El cine desde las palabras de un crítico

Gabriel Fresta, periodista y crítico de cine, columnista de Radio Rivadavia, estuvo en General Pico para este primer festival de cine organizado por la Asociación Italiana y mantuvo una placentera charla con este medio.

-¿Qué debe tener una película para ser buena o recomendable?

-Premios… no, mentira. Yo te puedo dar la visión de “un” crítico de cine. Porque cada medio pone en cada película más estrellitas, deditos o zapatos para valorarla. Yo no te puedo decir qué tiene que tener una película, porque si no la haría yo y me llenaría de plata. Nadie, ningún director sabe qué tiene que tener una película para que sea exitosa. Y también hay que preguntarse ¿qué es una película exitosa? Hay películas que lo son y las miran diez personas, y son exitosas porque son excelentes. Pero el público quizás no les respondió.
Un director debe saber que el cine es arte y es industria. Por un lado, una expresión personal que sale justamente de dentro suyo y que tiene que expresarse cinematográficamente; y por otro no debe descuidar la parte de industria, de boletería. Hay directores que tienen esta llave: Campanella, por ejemplo, o Marcelo Piñeyro, o ahora Szifrón, que se expresan a través de sus películas, pero también saben que tienen que recaudar mucho para poder filmar la siguiente. Un director que te dice que hace una película para diez personas… es mentira, lo hacen para que la vea la mayor cantidad de gente posible.

-¿Qué te gusta a vos?

-Yo voy al cine de chico porque a mí me gusta, pero una persona que ve muchas películas no es crítico de cine… tiene que estudiar para saber cómo analizar cada elemento que tiene la película. Pero, a la vez, ésta no es la suma de sus elementos. ¿Cuántas veces pasa que una película que tiene un argumento 10 y fotografía 10, y buenas actuaciones… no te gusta? ¿por qué? Porque, precisamente, no es la suma de los elementos.
A mí me seduce más la parte del fondo de la película, el mensaje que deja, que la parte formal, es decir la técnica. Ahora, cuando se suma lo que la película te cuenta más la parte técnica que acompaña a eso, ya estoy… Además quiero que me modifique la película. Si es una comedia y me da risa, el objetivo está cumplido.

-¿Qué pensás del cine en 3D?

-Es agradable el truco, la sensación de profundidad, pero no modifica estructuralmente al cine. Yo creo que el cine sigue buscando buenas historias. Lamentablemente a los argentinos, nos llegan muchas películas de Estados Unidos y uno tiene que ir a los festivales para ver películas europeas. Las veo y digo «¿cómo no se estrenaron en Argentina?» A veces pasan dos años hasta que se estrenan acá, y algunas no se estrenan nunca. Hay un público para esas películas, pero igual estamos en inferioridad de condiciones: llegan dos películas rumanas contra 400 copias de avengers (películas de acción y efectos especiales).

-Gabriela Radice dijo hace dos días acá «Hay que ir al cine para ser mejores personas» ¿pensás que es así?

El otro día vi Ghandi en la tele, y la terminé de ver y pensé “quiero ser bueno” (Risas). Para ser mejores personas hay que pensar en el otro más que en uno, y para eso hay muchos cortos y largos. Cuando la humanidad tenga en cuenta a la otra persona, todo va a cambiar.
Hay un corto, premiado con el Oscar a mejor animación, se llama «Festín», es la historia de… (podés verlo acá) Y el perrito nos enseña.

-¿No se te mezclan las películas? ¿Te acordás de todas las que viste?

-Todo se me complicó cuando empecé a ir a los festivales- Yo anotaba en cuadernitos lo que me parecía cada una… pero después de unos años revisaba lo que había escrito y decía “yo a esta película no la vi” y no me acordaba de qué se trataba. Pero eso pasa con las películas intrascendentes. Ves, volvemos al principio. Una película te tiene que modificar. Si ves una película muy buena o muy mala, te acordás… pero si es intrascendente, decís “está bien” y te olvidás. Hasta a las malas te las acordás mejor. Lo que yo no quiero ver en cine es una película estándar. Quiero ver una que se la juegue. Por ahí sale muy bien, por ahí sale muy mal… pero se la jugó.

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Soy licenciada en Comunicación Social, título que nadie tiene idea para qué sirve, lo cual me complace mucho. No tengo libros publicados. Doy clases de lengua y literatura sin ser docente y en la escuela aliento a los chicos a que escriban y se equivoquen (porque temo que salen sin saber escribir y creyendo que están en lo cierto). Ando en bicicleta.