La liebre (1502) es una acuarela del artista alemán Alberto Durero (Nuremberg 1471-1528), que se enmarca en una serie de estudios a esa técnica en los que Durero se afana por aprehender los colores y los detalles del mundo natural. Con maestría pinta aquí un motivo casi trivial, un animal que quizá nunca hubiera visto. Esta pequeña obra (25 x 22,5 cm) se ha convertido en una de las más famosas de Durero. Tal vez contribuyeron los misterios que la rodearon: si fue pintada pelo a pelo, si en el ojo de la liebre puede verse el reflejo de una ventana e incluso, según el mito, toda la habitación del artista. La textura del pelaje animal es lo más sublime de la obra; Durero logró un nivel de detalle sorprendente. En cuanto a la firma, la presencia de su típico monograma AD indica que el pintor consideraba haber producido una obra de arte con valor propio, y no un mero bosquejo. Actualmente se encuentra en el Graphische Sammlung Albertina, de Viena.