La Maga azul, bajo la estrella de los sueños

“La Maga debo decir que nació bajo la estrella de los sueños”. ¿Y qué otro nacimiento puede tener un libro? No hablo de un libro cuando ya está escrito, sino cuando es apenas un esbozo de vértigo, para parafrasear a Ciorán. Mejor dicho, ¿qué destino puede tener un libro que no haya comenzado bajo esa conjunción, hacia dónde nos puede llevar un texto salido de la vigilia, a qué nos puede remitir, a qué regiones? Seguramente pensaremos en política, en las páginas policiales de los diarios, en las nuevas salas de cine que se asemejan a las hollywoodense, al resplandor de los televisores detrás de las ventanas del invierno, a los ruidos de las motos, a las antesalas municipales. Parece que no, y deber de todo escritor es, para no embarrarse en la mediocridad, comulgar con cifras diferentes, poseer la sed del fuego y los ojos de los milagros menguantes. Imaginar, imaginar hasta el hartazgo, hasta romper las horas y la realidad glacial. Imaginar platónicamente, enhebrando el mundo con la luna y los soles y a cada uno de los hombres que caminan el suelo y vuelan el aire. Los hombres que deben existir.
Será por eso que la escritora santarroseña Diana Bustos cuenta en su nuevo libro la historia de La Maga iniciando un viaje con su caballo Apolo por la interminable noche azul, en la que habitan los que se atreven a soñar y a vivir increíbles aventuras. En esa búsqueda de sí misma, descubrirá su verdadera identidad, “también el amor y su misión de maga: crear la legión de magas del amor”, anticipa Bustos una explicación que se profundizará mañana sábado 25 de octubre cuando tenga lugar la presentación del libro «La Maga azul». El evento se desarrollará a partir de las 19:00hs. en la Sala La Fantasma de la Casa Museo «Olga Orozco», en Toay, estará a cargo de la profesora Patricia Bailoff, quien contará a su vez con la colaboración de la cantante Marcela Eijo.
Destinado al lector adolescente, “La maga azul” ha sido seleccionado para integrar la Campaña Nacional de Lectura, y efectivamente “nació bajo la estrella de los sueños”, una buena señal para desarrollar la historia de esta Maga que “vive entre dos mundos, por un lado los que se atreven a soñar y por el otro los no soñantes. Los no soñantes viven cautivos del tiempo, los otros, los soñantes, se animan a vivir aventuras y a luchar por lo que quieren pero eso implica conocerse y es un camino con desafíos y muy atrapante”, cuenta la autora, orgullosa que el capítulo 1 del libro fue seleccionado por el plan de lectura a nivel nacional, es decir que La Maga con su querido Apolo recorrerá el país.
Cabe señalar que esta edición inaugural ya fue presentada este año en la Feria del Libro en Buenos Aires, pero si seguimos remitiéndonos a su nacimiento imposible obviar un dato imprescindible: Diana Bustos es educadora, razón para comprender que “La Maga azul” nace para los adolescentes, y reconoce que “son ellos, mis alumnos y los que no lo son los que me impulsan a crear historias. Ellos leían con interés la novela ‘El tesoro de las lágrimas’ (su primer novela) y luego también ‘Mis queridos vecinos´ (su segundo libro, con cuentos de humor editados por el FEP). Les gustaban las historias porque podían ver en los personajes a gente de su barrio y así comenzaban a compartir sus propias historias –continúa la escritora-. Esto provocó que yo quisiera darles una historia distinta con personajes que trascendieran la realidad: ‘Hay rutas que no existen en los mapas y hay realidades que no figuran en el mundo real. Hay otro mundo que está más allá del propio, otras luces, otra ciudad”.

Naturalmente este nuevo trabajo tuvo desarrollo aula adentro, más en 1º VI de la EPET, y a partir de la lectura de algunos capítulos, los alumnos hicieron historietas en las netbooks con los personajes de La Maga. Las producciones “son asombrosas y con eso me convencí de que La Maga aún tiene mucho camino por recorrer para seguir disfrutando de aventuras increíbles”, admite Bustos para luego profundizar en la dirección por la cual viaja este libro, y ante lo que pueda suponerse “no es una mirada hacia arriba”, y explica que “está en dirección de aprender a mirar la vida y la magia que tiene la vida en sí misma. Aprender a disfrutar del aroma de las flores, de la belleza de un paisaje, de la música que brota de una cascada. Hay que usar los sentidos, es un todo pero vivimos pensando en consumir o tener cosas que a veces no necesitamos. La imaginación te provee de creatividad que si la desarrollas te va a permitir desplegarla en distintos proyectos. Por eso hay que cultivarla. Giani Rodari propone una gramática de la fantasía, coincido, pero, yo propongo una gramática del ser porque en nosotros reside el potencial creativo. El personaje trasciende la realidad porque se atreve a vivir sus propias aventuras y a correr riesgos por sus sueños para eso debe entregarse a la magia de la noche azul.”
Si lo anterior es lo que trata de decirnos Diana en su libro, es porque ella misma no está lejos de esa sutil textura. No hay libro que no sea autobiográfico, hasta el “Hacedor de estrellas” de Stapledon lo es.

– Se adivina mucho de vos en este libro, a pesar del género…
– Me considero una buscadora, me gusta aprender y creo que de eso se trata –reconoce Bustos-. Cada momento nos da la oportunidad de crecer o vivís lamentándote por lo que te falta. Son opciones. Yo elijo aprender, eso implica tomar decisiones y valor para seguir intentándolo. Se cree que lo mágico está afuera cuando en realidad está adentro y en todo lo que nos rodea. Hay que aprender a mirar, valga la redundancia, como decía el Principito: ‘Lo esencial es invisible a los ojos’. Creo que siempre fui una buscadora, estudio, leo, reflexiono, medito, ando por la vida con mis sueños y apuesto a cada salida de sol. Voy por varios caminos que me llevan al mismo sendero, soy profesora de yoga, licenciada en Nivel Inicial, Prof. EGB, estoy terminando una especialización en docencia superior… pero siento siempre eso que decía Sócrates, que no sé nada. Puedo leer muchos libros, pero la palabra me hace sentir viva cuando me atraviesa el cuerpo y puedo sentirla en cada célula y puedo contar una historia y conmover un corazón que a la vez hace vibrar el mío, entonces ahí me digo ‘qué bueno, hay otro que se conmovió, que lloró o rió por algo que conté, qué maravilloso… tengo que seguir porque hay gente que es feliz con mis historias y eso es incomparable, es como sembrar un campo de sueños”.

– ¿Hay alguna reminiscencia con La Maga de Cortázar?
– Creo que La Maga de Cortázar es una Maga que se conoce y fluye, él la hace maga por la manera de mirarla, de recrearla de una manera incomparable. Mi maga es una maga que busca conocerse y que de algún modo a veces se resiste a creer en toda la magia que posee, mi maga es más de la llanura, de los médanos y de los bosques que descubre mientras cabalga con Apolo, es una maga que se está haciendo maga porque no sabe que ya lo es.

– ¿Qué esperas de la literatura, no sólo en tu ámbito, si no también y fundamentalmente dentro tuyo?
– Me gusta esa literatura que te transporta a ese espacio y tiempo en el que transcurren los hechos. Esa literatura que te rapta de vos mismo y te lleva como un río de serpientes (parafraseando porque Cortázar en el cuento «Continuidad de los parques» cuenta sobre un personaje que vive prácticamente lo que sucede en la ficción: «gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea…») La función de la literatura es crear belleza, cada palabra, cada párrafo, cada página tiene que ser una invitación que te provoque seguir sin pausas, sin saber exactamente hacia dónde, pero previendo que lo que viene es mejor que lo anterior. En cuanto a mi literatura espero que siga siendo para mí ese espacio de juego y libertad, también de exploración y creatividad. Busco superarme sin dejar de disfrutar de lo que hago. La literatura nos salva y nos hace libres.

 

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Autor

Eduardo Senac