La mejor poesía de Dardo Cuellar

Dardo Cuellar encontró en esta última poesía su mejor creación. Fiel a su estilo narrativo, subió esta vez su tono lírico y completó el círculo sagrado de la poesía. Por debajo de ella, subliminalmente está él. No extraña que hable de la infancia y de un pájaro. Dardo Cuellar lleva consigo la expresión aún latente de su niñez y sus ademanes continuos parecen pájaros saliendo de su cuerpo.

Es un niño sobre un tapial

En una tarde clara de final de otoño

Languida y sin ninguna brisa

Tal vez cuando el afán sucumbe

Ante triunfante desgano

El árbol intentando devorarse al pobre galpón

Y sobre sus ramas se apoya la luna

Al mismo tiempo un gorrion cruza el cielo

Y sueño que viajo en su cuello

La luna remontada ya se desprendió del efímero suelo

Como quisiera viajar con vos

Sólo oigo ajenos placeres

Mi alma dibuja algo pero soy indiferente

El niño juega en su mundo de pelota

Igual que el gorrión siguiendo sus deseos.

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Autor

Eduardo Senac