«Sigo en este camino de la creación, conectándome con lo que siento y me gusta hacer»

La artista plástica Ana Kljajo estará exponiendo en el emblemático Hall Central de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (25 de mayo 359), espacio que albergará a partir del próximo martes 25 de junio una muestra denominada Diálogos cromáticos. La misma quedará inaugurada a las 18:00 horas, y permanecerá abierta hasta el 12 de julio, pudiéndose visitar de lunes a viernes, de 12 a 18 horas.

Kljajo compartirá una nueva experiencia artística en CABA junto a otras destacadas exponentes, como Élida Meana Colodrero, Emilce La Porta, María Rebeca Peña, Alejandra Saravia, Piroska Catalina Scholz, Anahí Villarruel y Mumi Willis. En la apertura, actuará el saxofonista Andrés Robles. La exposición mostrará también obras del escultor Aurelio Macchi (1916-2010). Graduado en la Academia de Bellas Artes en 1938, trabajó como ayudante de José Fioravanti. Las esculturas de Macchi se dispersaron principalmente por EEUU y Europa. Usó como materiales la madera y el metal. Fue también docente, y recibió dos Premios Konex.​

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«Colores del viento VIII»

«Fui invitada por la galerista Nazli Kalayci, es quien organiza la exposición. Trabajé con ella en varias oportunidades durante algunos años. Participaré con seis obras. Sigo en este camino de la creación, conectándome con lo que siento y me gusta hacer. Pintar es un placer. Trabajo siempre con capas de color que voy superponiendo, cuando secan dejan visualizar algo nuevo que tiene significado. Siento mucho respeto por lo que se va materializando», contó Kljajo, entrevistada por El Lobo Estepario.

Kljajo nació en Buenos Aires el 28 de diciembre de 1951. De padres croatas, comenzó la carrera de kinesiología en la UBA que no finalizó para trasladarse a General Pico, donde reside. Estudió en el Instituto Superior de Bellas Artes, obteniendo el título de Maestra de Artes Visuales en 1997, y Profesora de Dibujo en la Especialidad de Pintura en 1998. Desde entonces expone en diferentes salones y galerías de nuestra provincia, y en otras ciudades del interior del país, además de realizar diferentes cursos y talleres de perfeccionamiento. También actuó como jurado, obtuvo premios y realizó exposiciones grupales, algunas de ellas en Capital Federal, y en el exterior.

«Trabajo en mi taller, es “mi lugar único”. Me da serenidad, tiene un clima diferente, lo cuido mucho, lo disfruto. Con respecto a la obra, es importante que salga del taller, trascienda, que se conozca. Muchas veces preguntan qué me pasa cuando vendo una obra o qué significa adquirir una obra única, y en ese sentido respondo que es tener parte del ser del artista, de su historia, vivencias, experiencias o emociones, que van a vivir en otro lugar y van a ser compartidas y formar parte de otros seres. A mí me importa saber dónde van a estar, con quien van a convivir. Aunque suene “cursi”, se llevan parte de mí», concluyó la artista.

«Somos naturaleza»
«Colores del viento VII»
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Autor

Raúl Bertone