La plena convicción de integrar a los barrios a través del arte y la cultura. De alguna forma el teatro comunitario es parido por la necesidad de restablecer valores perdidos. Poder recuperar la voz propia, sin intermediaciones que pretendan interpretar lo que se siente y se piensa. Una verdadera forma de arte colectivo, desde y hacia el espacio popular. Esa convicción que podemos resumir en la cita del dramaturgo brasileño Augusto Boal: «El teatro es eso: ¡el arte de vernos a nosotros mismos, el arte de vernos viéndonos!». Existe entonces una impronta superadora con la idea de producir y crear teatro. Y el barrio como espacio vital, concentrador. La idea primordial de este tipo de poética es inclusiva. Esa idea de que el arte es un derecho.
Pin 1, Pin 3, Pin…¡ocho!, una adaptación a teatro infantil de esa maravillosa historia de Pinocho escrita por el italiano Carlo Collodi, se expondrá mañana sábado 15 en las instalaciones de la Comisión de Fomento de Carlos Berg, en calles 13 y 48. El grupo de teatro de González Moreno, perteneciente a la Cooperativa La Comunitaria, ofrecerá, en un formato donde la música cumple un rol fundamental, la posibilidad de reflexionar sobre la importancia de escuchar consejos y decir siempre la verdad. Aquel niño de madera con un noble y gran corazón nos recordará la importancia de hacer siempre lo correcto y su amoroso padre Geppetto, nos mostrará como lo que de verdad se desea de corazón, siempre y cuando sea un noble anhelo, puede cristalizarse en una hermosa realidad. La jornada cultural, en la que se podrá disfrutar además de juegos, payasos y un rico chocolate, se denominó Creciendo en comunidad, y dará inicio a las 16:00 horas.
El barrio como espacio vital
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