El tango danza como un estallido, una misa pagana, un fantástico despliegue de sensualidades. Baile de prepotente libertad y alarde. El lenguaje de los cuerpos. Moviéndose de a dos bajo las normas de una danza compleja y extraordinaria. Permitiendo el reconocimiento mutuo a cada instante. Los que miran sienten placer, los que bailan simplemente gozan. El cuerpo que habla.
Los piquenses Nuria Lazo y Federico Ibáñez conforman una pareja afiatada en la escena artística, con varios años de recorrido por diferentes escenarios del país y del mundo. Forjaron su estusiasmo y dedicación en la Academia de Ailén Ricca, luego en Alma de la Tierra, y posteriormente en la Compañía Municipal de Danzas Argentinas de Ituzaingó.
Por estas horas ambos transitan un nuevo camino del reconocimiento de sus pares y del público tras conseguir un destacado cuarto puesto en la categoría Tango Escenario, en la culminación de Tango Buenos Aires Festival y Mundial, organizado por el Ministerio de Cultura porteño con dirección artística de Gustavo Mozzi y que, desde el 14 de agosto contó con la asistencia de más de 600.000 personas, a lo largo de la nutrida programación cumplida.
En el mítico estadio Luna Park, la pareja integrada por Ezequiel López y Camila Alegre, de la ciudad bonaerense de San Fernando, se consagró campeona mundial, con un puntaje en la jornada decisiva de 9.72; en segundo lugar se ubicaron Juan Pablo Bulich y Rocío García Liendo (Capital Federal), el tercer puesto fue para Hugo Mastrolorenzo y Diana Pujol (Los Polvorines), mientras Ibáñez y Lazo sumaron 8.70 para ubicarse cuartos. Quintos resultaron Cristian Correa y Leah Barsky (Córdoba).
La competencia final reunió a 20 parejas provenientes de Argentina, Rusia, Colombia e Italia, quienes desplegaron su virtuosismo técnico, creatividad coreográfica y sensibilidad interpretativa. Mientras el jurado deliberaba, se presentó Raúl Lavié, junto al sexteto del bandoneonista Horacio Romo y una coreografía a cargo de la reconocida Johana Copes, junto a su compañía de baile. En la noche del miércoles, Johnatan Saavedra y Clarisa Aragón, la pareja oriunda de Villa Rumipal (Córdoba), se había consagrado campeona mundial de Tango Pista. El certamen contó con 590 parejas inscriptas pertenecientes a 43 países: Alemania, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, China, Colombia, Corea del Sur, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Eslovenia, España, Estados Unidos, Filipinas, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hong Kong, Indonesia, Italia, Japón, México, Noruega, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Reino Unido, República Checa, Rumania, Rusia, Singapur, Suiza, Turquía, Ucrania, Uruguay, Venezuela y Vietnam.
Lazo e Ibáñez vienen utilizando con mucho talento el lenguaje del cuerpo. Eso es la danza. Alma y cuerpo, danza y música unidos. Plasmando un instrumento para que el hombre se exprese; por eso, a través del hombre hablara el espíritu. El arte de la danza consiste en sublimar la materia, convirtiendo el cuerpo en un elemento del arte. El bailarín solfea con su cuerpo, pintando en el aire la música que lleva en su alma. El baile como reconocimiento. Como destreza. Como ensamble del cuerpo con el aire. El alma elevándose en cada pirueta. En cada giro. Por algo Nietzsche dijo «sólo creo en un Dios que sepa bailar».
* A partir del minuto 8:37 se puede disfrutar el desempeño de los piquenses.