El arte es algo vital que todo el mundo tiene capacidad de actualizar. Es vital porque se relaciona con la percepción y cómo se percibe el mundo, afecta a todo lo que se hace y se dice. Desde ese punto de vista el arte es una manera de ver y de ser. Afecta no sólo a los sentidos sino a la concepción de la realidad en conjunto. Siempre nos expresamos en todo lo que hacemos. La postura, la forma de vertirse, cualquier gesto que se haga, cualquier palabra que se diga es un autorretrato. La forma en que nos manifestamos nos afecta y, también, al mundo que nos rodea.
«La esencia de la escultura es para mí la percepción del espacio, la continuidad de nuestra existencia» lanzó cierta vez Isamu Noguchi. Muchos sostienen que el arte es ver lo invisible. Ese bagaje de recuerdos y saberes que alimentan el insconciente colectivo y conforman una obra que ya está ahí antes de que se le dé forma. La artista plástica piquense María Gabriela López tiene mayormente en la figura humana al eje de su obra. Específicamente la figura femenina. Y esa esencia, cultivada básicamente por lo lúdico, nutre su observación de nuestro entorno, de lo que nos rodea. Semanas atrás expuso en la sede de la Casa de La Pampa una serie de esculturas denominada «las niñas», y a partir del próximo viernes 25 de septiembre, uno de sus trabajos, tras ser seleccionado, será exhibido en el 104° Salón Nacional de Artes Visuales, en el Palais de Glace.
«Arrancar un trabajo es iniciar un juego. Si bien hay mucho esfuerzo en cuanto al tiempo que me lleva y la cantidad de «errores» que debo corregir en el camino, el entusiasmo es tanto que las horas de trabajo pasan volando y esos «errores» son estímulos permanentes. De esa manera el tiempo del «hacer» es el más feliz. Las muestras o salones son otra historia. El Salón Nacional es un certamen que dar como resultado una muestra colectiva donde se exponen los trabajos seleccionados, en este caso en las disciplinas de dibujo, pintura y escultura. La obra que presento se llama «Decisiones divididas», se trata de una escultura de técnica mixta, tallada en caldén y chapa», señaló López.
Por esos días, y hasta el 26 de octubre, el Palais de Glace estará copado por un centenar de obras. Son las seleccionadas para esta edición del Salón, que nació en 1911 y desde 1932 viene realizándose en el famoso palacio de Recoleta. Pintura, dibujo, escultura, fotografía, grabado, cerámica, arte textil y nuevos soportes e instalaciones son las disciplinas que integran el concurso. Desde hace algún tiempo la dirección del Palais de Glace decidió pergeñar algunas modificaciones buscando renovar el perfil, y de esa manera se favoreció la inserción de una generación de jóvenes artistas, abriendo el juego a otras geografías del país. Las dieciséis obras adquiridas integrarán el Patrimonio del Palais de Glace y todos los trabajos seleccionados serán exhibidos en el bello edificio de la calle Posadas 1725, en Buenos Aires.
La escultora piquense será una de los dos exponentes pampeanos en esta edición, compartiendo la experiencia junto a Ramiro Achiary, dibujante nacido en Santa Rosa, y con residencia en Buenos Aires, que también resultó seleccionado. La inauguración se producirá el viernes a las 19:00 horas, y en cuanto al jurado en Escultura, el mismo estuvo integrado por Julia Farjat, Edgardo Madanes, Cristina Tomsig, Paulina Webb y «Pájaro» Gómez. El Gran Premio adquisición fue para Alfredo Williams, por Movimiento en gris de la serie Gorditas; en Dibujo, correspondió a Luis Marzoratti, por Bang! de la serie Visiones de la Pampa.
«Participar me genera placer y considero que es muy alentador presentar un trabajo ante un jurado y que resulte aceptado, aunque es bueno también no perder de vista lo arbitrario de la situación. El jurado está conformado por cinco personas que de alguna manera «califican» un trabajo aislado de su proceso. Es muy posible que si otro hubiese sido el jurado, otro también sería el resultado. Personalmente me gustan mucho las exposiciones colectivas, ver juntos dibujos, pinturas y esculturas de tantas personas que trabajan en un mismo tiempo me parece algo genial. Y poder participar de ello es increíble», concluyó López.
D.N.I
María Gabriela López nació en General Pico, el 28 de febrero de 1975. Se recibió de Bachiller pedagógico en la Escuela Normal Mixta (1992), de Maestra de actividades plásticas (1997) y de Profesorado de dibujo y escultura (1998), en el Instituto Superior de Bellas Artes. Actualmente se perfecciona en escultura en cerámica con Mariela Maisterrena y Jorge Woychejoski, y en escultura en madera con el artista plástico Fernando Rosas.
Fue parte de la primera Muestra de Arte Indisciplinado, auspiciada por el Concejo Deliberante (1995), y con el Centro “El portón azul” intervino en la construcción del Monumento a Manuel Belgrano, del Monumento al Trabajo, del Monumento a los Inmigrantes en Trenel, del Monumento a los Bomberos y en la restauración del Monumento a la Madre, en General Pico.
Participó en el Salón de Artes Visuales de La Pampa y en el Salón de Escultura «Premio Domingo José Martínez», de Villa María (Córdoba), en 2014; Salón de Artes Visuales de La Pampa, Regional Patagónico Salón de Artes del Fuego 2014; Muestra «Contra pronóstico» en el Museo Provincial de artes de La Pampa y Muestra «Gabriela López esculturas» en Casa de La Pampa, en Buenos Aires. Recibió Mención de Honor del Salón de Artes Visuales de La Pampa (2014), y Gran Premio de Honor Salón de Artes Visuales Regional Patagónico, Salón de Artes del Fuego (2014).