Uno crea un proyecto o marca un rumbo y luego la vida lo va llevando. Beraca Pampa es un grupo que lleva más de una década transitando ese camino construyendo, a su manera, un estilo propio, enarbolando el folklore en su forma más tradicional, pero también asociándose a relecturas para buscar transitar por diferentes caminos. Por definición, el folklore es ese conjunto de creencias, costumbres y saberes tradicionales de un pueblo. Especialmente cuando están muy arraigados y son embajadoras de un lugar o son elementos que participan en la descripción de una región. Las zambas y las chacareras, además de ser danzas folklóricas, están asociadas al noroeste argentino. Las cuecas a Cuyo. Los chamamés, al Litoral. Las milongas, a la región pampeana. Los gatos no reconocen territorio, pasean por todo el país.
La palabra Beraca proviene del hebreo. Berâkâh, «bendición». Bendición Pampa como una suerte también de que el folklore debe mirar al futuro para seguir incorporando elementos que acrecienten y actualicen su acervo. Hace unos cincuenta años, esa eminencia que fue el musicólogo y poeta Carlos Vega escribía sobre la canción folklórica: «Es la canción antigua exclusiva de los grupos rurales más o menos aislados y conservadores que viven en los Estados modernos. Por lo común se trata de expresiones que durante su función en los altos centros superiores perdieron vigencia y consumidores». El prestigioso académico lo escribió cuando no existía el mundo globalizado. Suma Paz arrojó una lúcida mirada poco tiempo atrás cuando señaló que la música popular incorpora elementos con rapidez y luego los expulsa. En cambio, el folklore tarda más en incorporarlos, pero una vez que lo hace, los asimila y se los queda. De eso se trata la construcción de tradición.
Beraca Pampa expone en el escenario su musicalidad, exteriorización sonora que no pasa desapercibida en el público. Adoptando ese tono del viento, ese acento de las gentes, la forma de respirar y de mirar. La actual formación muestra a Samuel Avalos (voz), César «Limón» González (batería y bombo legüero), Martín Pérez (guitarra y voz), Pablo Bonetto (bajo eléctrico), Sebastián Díaz (teclados, acordeón, voz), y Daniel Alvarado (guitarra eléctrica y charango). Todo nació cuando decidieron juntarse bajo el cobijo de una iglesia evangélica llamada “Centro Cristiano”, haciendo únicamente canciones eclesiásticas. No pasó mucho tiempo para que aparecieran propuestas tendientes a incursionar en otros ámbitos. Fue entonces cuando el canto se desparramó por diferentes escenarios de nuestra provincia y del interior del país.
«Seguimos sorprendiéndonos gratamente por el acompañamiento que nos demuestra la gente en cada una de nuestras presentaciones. Este año retomamos el camino con más fuerza, desde lo humano, como vínculo entre nosotros, todo marcha fantástico, cada día que pasa nos sentimos más amigos que compañeros de la música. Eso es una motivación importante que nos anima para seguir haciendo muchas cosas juntos. Esta es una formación que hoy se encuentra consolidada, y cada dos por tres se acopla Silvano Fuentes, que toca flauta traversa y pertenece a la Orquesta Sinfónica. Es idea sumarlo en algún momento de forma permanente al grupo, se trata de un virtuoso y de una buena persona, esto último también en decisivo para nosotros», relata Avalos, líder y fundador de Beraca Pampa, junto a Pedro Oyola, Raúl Alvarez y Gabriel Sequeira, también integrantes de la formación inicial.
Cuando decidieron mostrarse fuera de la provincia, los Espectáculos Callejeros de Cosquín albergaron al grupo en 2007, recibiendo el premio Consagración. Al año siguiente se subieron al escenario del mayor festival latinoamericano y comenzó así una incursión por distintas atmósferas musicales como Villa María, Ingeniero Luiggi, Caviahue, Copahue, Trichaco (premio Consagración en 2011), Intendente Alvear, Victorica, Buena Esperanza, General Villegas, Villa Mercedes, General Alvear, Toay,Bowen, Rancul, Quemú Quemú, Conhello, González Moreno, San José del Morro, Banderaló, Piedritas, Cañada Seca, Santa Eleodora, Trenque Lauquen, Santa Rosa, Trelew, Victoria o Neuquén.
– Seguramente con el nacimiento de cada año deben aparecer objetivo nuevos ¿cómo planificaron los próximos pasos?
– Estamos entusiasmados, con proyectos y con ganar de intentar algunas cosas un poco audaces, vamos a ver el resultado que se obtiene cuando las presentemos en público. Tratamos de abrir el abanico musical, de trascender un poco las fronteras de nuestro país, incursionar en el territorio sonoro de otras regiones de Latinoamérica. En ese sentido estamos haciendo algunos ritmos peruanos que son muy bonitos, también hay expresiones del folklore boliviano como sayas y tinkus. Buscamos agregar algo más al repertorio nuestro habitual.
– ¿Qué opinión tenés sobre el presente de la música popular en la región?
– Desde mi humilde posición te diría que me entristece un poco la realidad que se está viviendo en la mayoría de los festivales, principalmente en los más trascendentes y de mayor convocatoria. Se ha desvirtuado mucho todo, considero que se perdió ese cable a tierra o la raíz que nos mantiene conectados con ella. Lo fundamental de la música folklórica se va perdiendo, hay una línea muy fina cuando el músico quiere innovar pero no tiene cuidado con lo que hace. Veo cosas que no encajan en sus respectivos lugares. Verdaderos exponentes no tienen las puertas abiertas y por el contrario, se les brinda cabida a aquellos que desvirtúan un poco todo.
– Tienen el reconocimiento de la gente ¿sucede lo mismo de quienes arman programaciones en los diferentes festivales que se realizan en nuestra provincia?
– Recibimos siempre el cariño del público, corea siempre cada una de nuestras canciones y en la calle recibimos constantemente muestras de afecto y de apoyo hacia lo que hacemos. No podemos quejarnos y ese dicho popular de que «nadie es profeta en su tierra», nosotros no lo experimentamos. En cuanto a la consideración de organizadores o funcionarios provinciales que están involucrados en la organización de las distintas fiestas que se suceden en La Pampa, sentimos que no somos tenidos en cuenta, no encontramos amparo y apoyo en ellos. Sin desmerecer a nadie, Beraca Pampa es un grupo que merece más posibilidades de poder mostrar lo que hace en cualquier lugar. No sucede lo mismo en la ciudad, donde Cultura nos convoca siempre, pero sí a nivel provincial. Queremos trascender un poco más en el territorio pampeano pero existe una preferencia muy marcada por los grupos o artistas santarroseños. Nosotros hemos presentado nuestra carpeta ante los responsables provinciales, solicitando poder estar, de armar una agenda, y hasta nos hemos enterado de que cierta gente de la Subsecretaría de Cultura, que sabía de nuestras intenciones de actuar, manifestaba a organizadores de encuentros en distintas localidades del interior que teníamos la fecha ocupada, cuando nada de eso sucedía. Insistimos en distintos momentos, pero siempre ha sido en vano. Todavía estamos esperando. Esas situaciones causan dolor pero somos tercos y no vamos a bajar los brazos.
