En el cierre del 2024 presentó su tercer disco, Las ramas de este sueño, y en enero de este año vivió una hermosa e inolvidable experiencia, cuando subió al escenario principal del Festival de Cosquín, integrando Herederas, una juntada de cantoras que reunió, además, las voces de Roxana Carabajal, Silvia Lallana y Cecilia Mezzadra.
La intérprete y compositora pampeana Eli Fernández viene manifestándose a través del canto, labrando su camino si ningún tipo de etiquetas. Canto soy y Alas sin pena, sus anteriores álbumes, fueron confirmando su búsqueda sonora hasta este presente que la muestra como una de las voces más representativas del folclore argentino.
«Comencé a cantar en vivo a los 8 años en mi escuela primaria, aunque ya de chica cantaba en los cumpleaños y muchísimo en casa. Ese deseo de ser cantora fue creciendo cada vez más, pero recuerdo que, desde pequeña, soñaba con cantar en grandes escenarios. Jugaba a que cantaba en un estadio de fútbol lleno de gente», recordó la artista nacida en General Pico.
Entrevistada por El Lobo Estepario, señaló que «el canto es mi vida, mi combustible, mi motor. Siento que, de alguna manera, también me ha salvado. Cada vez que canto, recuerdo lo bien que le hace a mi corazón y a mi mente. Tengo muchos proyectos por concretar; creo que eso es parte de los sueños y los objetivos. Ojalá nunca pierda esa “sed” de seguir avanzando. Este verano canté por primera vez en Cosquín con el proyecto Herederas. Fue una emoción inmensa estar ahí, sin duda una de las experiencias más mágicas que he vivido con la música hasta ahora».

¿Qué le hubiese gustado ser?
Sería lo mismo que soy: cantante.
¿Un lugar para vivir en el mundo?
Me gustaría vivir en el mar en algún momento. No de manera definitiva, pero sí por un tiempo.
¿Qué desea para su vejez?
Buena salud para mí y para mi familia. Y que los sueños sigan vivos hasta el último día de mi vida.
¿En qué tarea no se siente inteligente?
Jaja¡ Ay, no sé! En los deportes, quizás…
¿Cuál fue el momento más feliz de su vida?
Tengo muchos momentos, pero puedo mencionar dos: uno, cuando nació mi sobrino Santi, y el otro, hace muy poquito, cuando canté por primera vez en el Festival de Cosquín. Fue una experiencia muy fuerte junto a Herederas, una agrupación de mujeres cantoras.
¿Su primer trabajo?
En un Jardín maternal a la vuelta de mi casa. Les hacía la leche a los chicos y les cambiaba los pañales.
¿Cuál es el buen cine?
Prefiero no responder, no sé nada de cine.
¿El último libro que leyó?
Estoy leyendo una biografía de Mercedes Sosa escrita por su hijo, Fabián Matus. El libro es una belleza y se llama Mercedes Sosa, la mami.
¿El mejor libro que leyó?
El poder del ahora, de Eckhart Tolle.
¿Mira TV?
No mucho. Si miro, siempre es algo relacionado con la música: programas, documentales o festivales.
¿Qué artista influyó en su camino?
Muchas artistas! Pero Laura Albarracín y Mercedes Sosa son dos de ellas.
¿Qué hito de la historia mundial le hubiese gustado vivir personalmente?
La independencia argentina.
¿Cuál fue la vez que más lloró?
Cuando falleció mi mamá.
¿El mejor político en la historia del país?
Néstor Kirchner.
¿La mejor persona que haya conocido?
Mi mamá.
¿Extraña algo de su niñez?
Sí, claro. Las tardes al levantarme de la siesta y merendar con mi mamá escuchando el programa Folklore de alto nivel.
¿Qué profesión u oficio nunca ejercería?
Cualquier profesión relacionada con las armas.
¿Un personaje nefasto de la historia?
Jorge Rafael Videla.
¿Le preocupa la muerte?
Ufff, es un tema muy profundo, pero sí. Igual, es algo en lo que vengo evolucionando. Creo que la muerte hay que aprender a mirarla desde la trascendencia. Ahí nos hacemos eternos.
¿El arte salva?
Sin duda. El arte salva, transforma y también une. Creo fervientemente en todo eso.
¿Qué opina del aborto?
Es la libertad de decidir sobre nuestros cuerpos. Además, salva vidas al ser legal, porque de la otra manera muchas mujeres han muerto en la clandestinidad. Abortos hubo siempre, pero la hipocresía de la sociedad los esconde, fomentando ese “de esto no se habla” que habilita un mercado oscuro y peligroso para quienes se ven obligadas a hacerlo sin ninguna protección. Sin embargo, nadie quiere abortar por deporte. Que sea legal garantiza condiciones sanitarias dignas, seguras y gratuitas.
¿Qué le gustaría saber del futuro?
Mmm, no sé si me gustaría saber algo del futuro. Prefiero vivir el hoy. Ya bastante vivimos tiempos de ansiedad, todo rápido, todo apurado. Prefiero contemplar el presente.
¿A quién no dejaría entrar a su casa?
A un represor.
¿Un/a intérprete?
Lidia Borda.
¿Donaría sus órganos?
Sí, por supuesto. Donar órganos salva vidas.
¿Recuerda su primera maestra?
Siii! La seño Eli, en el Jardín de mi Escuela 26, en General Pico, La Pampa.
¿Qué opina de la religión?
Es necesaria. En algo debemos creer para conectarnos con nuestra espiritualidad. Además, nos llena de esperanza.
¿Una película?
No tengo ninguna favorita porque casi no veo cine.
¿Un disco?
Camino, de Niña Pastori.
¿Cuál es la persona que más le gustaría ver en estos momentos?
Mi mamá. La extraño mucho, siempre.
¿Cuál es su idea de la felicidad?
Para mí, la felicidad son momentos. Por eso es tan importante vivir intensamente y vivir el hoy.
¿Qué es lo que más valora en sus amigos?
La escucha, el abrazo, el cariño. Me gusta cuando la gente es demostrativa, mis amigos son así!
¿Qué siente que nos dejó la pandemia?
Aprender a valorar los encuentros, los abrazos, el mirarnos a los ojos y compartir. Fue durísimo el aislamiento y no poder estar con otros. Pero sin duda, lo más duro fue la cantidad de personas que fallecieron por el virus.
¿A quién le gustaría parecerse intelectualmente?
Creo que a nadie.
¿Le niega o le negó el saludo a alguien?
No.
¿Qué le gustaría saber ante todo?
Creo que nada.
¿Qué instrumento musical le gustaría tocar?
Muchísimos! Jaja. Pero el violonchelo, por ejemplo, o la flauta traversa, que aprendí un tiempo y luego abandoné.
¿Su peor defecto?
Creo que soy bastante enroscada.
¿Qué le gusta regalar?
Ropa.
¿Qué piensa del periodismo en general?
Creo que el periodismo es una herramienta muy importante de comunicación, y que también nos permite discernir, elegir y aprender. Siempre prefiero el periodismo relacionado al arte, sin duda.
Se incendia su casa, solo puede llevarse una cosa, ¿cuál?
Mi oso, Esmich.
¿Una canción?
Cuesta abajo, un tango de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera.
¿Una obra de arte?
Cualquier poema de mi amigo Leandro Calle.
¿Cuál lugar de la casa es el mejor para leer?
Mi cama.
¿Si fuese presidente, qué es lo primero que haría?
Destinar fondos para refugios y sacar a la gente de la calle. Brindar asistencia y ayudar a reinsertarlos en la sociedad.
¿Si fuese Dios, qué es lo primero que haría?
Ayudar a los enfermos, curarlos. Y también ayudar a quienes viven en la calle, darles una buena vida.
¿Cuál fue la persona que más lo ayudó?
Muchas personas me han acompañado y me acompañan en mi vida, pero mi hermano Marce fue quien me ayudó a seguir con mi sueño de ser cantora. Gracias a él me instalé en Córdoba y crecí muchísimo, tanto como artista como persona.