«En los temas están todas las cosas que necesitaba decir»

Cobijado en el seno de una familia donde la música estuvo, y está, permanentemente en el aire, las sensaciones no pudieron ser otras a medida que el tiempo fue transcurriendo. Manuel Camiletti Eijo es uno de los músicos emergentes pampeanos que está comenzando a trazar su camino, exponiendo su impronta, explorando, fusionando géneros.

Con 22 años, y viviendo actualmente en Córdoba donde cursa sus estudios, tiene como premisa principal conectar de forma especial con el público a partir de una expresión musical que seguramente seguirá adquiriendo otros matices. Por estos días, el joven músico santarroseño se muestra con su disco Luminiscencia, armado con mayoría de canciones propias, lo que se traduce en una inquieta búsqueda compositiva.

«El disco comenzó a gestarse en el 2018, cuando compuse Fluir, que fue el primer tema. Desde ese momento, y hasta finales del 2023, surgieron las restantes canciones, y entre el año pasado y este intenté hacer una buena producción audiovisual, siempre a todo a pulmón. Esto se complicó, por lo que decidí sacar el disco ahora, a pesar de no lograr ese respaldo como me hubiese gustado, abarcando otra faceta con amigos artistas que son muy buenos, pero bueno, se hace algo difícil viviendo en distintas ciudades», contó Camiletti.

Años atrás, en Santa Rosa, Manu armó una banda que se llamó CD1, junto a Franco Cabello en batería y Lucas Fernández en bajo, uniéndose luego Lucía Ayerza en coros. Se presentaron en las finales nacionales de los Juegos Evita 2019, donde ya había estado como solista en el 2018. En ese 2019, con apenas 16 años, se mostró con Inmortales, su primer trabajo discográfico, en el que incluyó covers de clásicos del rock nacional. En diciembre tuvo su presentación oficial en la sala de la ATTP.

La palabra luminiscencia refiere a un proceso en el que se libera luz, es un recordatorio constante de que puede surgir de las fuentes más inesperadas. Camiletti contó que le gustó ese nombre para el disco, y pasado el tiempo fue cobrando otro sentido. «Todas las canciones básicamente son de mi autoría, menos un cover que hago de Cosas para decirte, de Conociendo Rusia. En los temas están todas las cosas que necesitaba decir, lo que necesitaba hacer con la música. No fue algo adrede, sino que simplemente me salió componer de esa manera. Fue como en un vómito de sentimiento, una canalización. Tanto la letra como la música fue saliendo al mismo tiempo y en diferentes etapas en los últimos años», destacó.

En el transcurso de la charla con El Lobo Estepario, agregó que «todo eso me llevó de alguna manera a entender el disco como si fueran círculos viciosos, en el orden que están las canciones. Empieza con el conocimiento a través del primer tema y a medida que va pasando el disco está el enamoramiento, el replanteamiento, el odio o la locura, la muerte y la resurrección, traducida en la última canción llamada Voces sin olvido. Esta tiene un estilo muy diferente al resto, la voz está como distorsionada, lo que le da un tinte diferente».

Mencionó que su objetivo con la música, más allá del disco, es «poder acompañar a la gente de una u otra manera. Me di cuenta que a través de ella es como más sencillo y fácil me sale. En estos días estoy sintiendo mucho feedback y eso me llena el corazón. Siento que el trabajo que se hizo, está cumpliendo su objetivo. Mis viejos son músicos (N. del R.: Federico Camiletti y Marcela Eijo), desde que nací me rodea eso y me nutre. Tocando, practicando por mi propia cuenta desde muy chico, siempre pegado el hecho de tener ese estímulo, algo que lo tomé como un juego en el buen sentido. El niño crea, inventa, su cabeza es diferente, y bueno, me ha permitido canalizar todo eso a través de las canciones. Poder salir del día a día. No lo tomo como una columna vertebral, lo tomo como lo necesito yo», concluyó.

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Autor

Raúl Bertone