«Me da mucha felicidad hacer teatro en mi ciudad»

Hacer teatro, además de la experiencia en sí misma de actuar, dirigir, iluminar, y ser partícipe como espectador, es activar la conciencia de que nada es natural; nada es así y que todo podría ser de otra manera, porque ese hacer es deshacer una estructura encarnada. Es una reapropiación del mundo. Sthendal sostenía que la novela es un espejo que recorre las calles. Podríamos añadir, por tanto, que el teatro es un espejo que refleja las emociones de los seres humanos que habitan esas calles, y a la vez reflexiona sobre las causas y las consecuencias de ese comportamiento emocional.

El grupo teatral Ruido y Nueces estrenará la obra Las fugitivas, del dramaturgo Héctor Levy-Daniel, con la dirección de Marigela Ginard y la actuación de Estela Pacheco, Marcela Sanz y Patricia Oliveri. Serán dos presentaciones en Médano (jueves 24 y viernes 24 de octubre), a partir de las 21 horas. Entradas anticipadas en los números telefónicos (2302) 638439, 630059 y 613846. El texto está basado en el caso real de las hermanas Papin (1933). Alba y Lina son hermanas y trabajan, mansamente, en una casa cercana a su pueblo, para una señora rica que las vigila meticulosamente. Sus vidas rutinarias transcurren sin grandes sobresaltos, hasta que un suceso cambia para siempre sus destinos.

Ginard nació en General Pico, y desde niña se interesó por el teatro, asistiendo a las clases que dictaba Gloria Bonany. Esa vinculación continuó siendo adolescente, integrando un grupo llamado Los sujetos tácitos, y protagonizando una creación colectiva que dirigió Alberto Callaqueo. La obra ganó en la Fiesta Provincial del Teatro, logrando participar en el Festival Nacional, con presentaciones en el Cervantes.

«Hacer funciones en la Sala María Guerrero fue un flash, me marcó la necesidad de seguir actuando. Ya viviendo en Buenos Aires, actoralmente estudié con diferentes maestros como Augusto Fernandes, Pompeyo Audivert, Javier Daulte, Guillermo Cacace, Leticia Mazur o Toto Castiñeiras, entre otros. Recién en el 2015 decidí incursionar en la dirección después de realizar varias asistencias, lo que hizo que me interesara mucho más esa mirada desde afuera, en todo eso que tiene que ver con la creación y la puesta en escena», contó Ginard, entrevistada por El Lobo Estepario.

En ese 2015 se reencontró con su ciudad natal, en ocasión de su debut como directora de teatro. Lo hizo con La imagen fue un fusil llorando, de Julio Molina, con Mucio Manchini como protagonista. Fueron tres presentaciones en Ruido y Nueces. Ginard agregó que «cursé la carrera de Tecnicatura Superior en Puesta en Escena en la Escuela Metropolitana de Arte Dramático (EMAD). Es un lugar de excelencia para formarse, con grandes profesionales como maestros, y donde la idea es acompañar procesos personalizados. En el medio hubo una pandemia que me obligó a llevar adelante esa carrera ordenando el tiempo y los días. Varios proyectos nacieron en ese momento que después salieron al circuito autogestivo porteño, y en una de esas obras trabajé con la actriz piquense Pilar Pacheco».

En «Imprenteros», su reciente trabajo como actriz.

En esa venida a General Pico nació la posibilidad de bosquejar una idea de trabajo teatral con actrices de la ciudad, y transcurrido el tiempo, finalmente saldrá a la luz a partir de este jueves. «Estela (Pacheco), Marce (Sanz) y Pato (Oliveri) me pidieron me sumara a un proyecto, en un principio se me complicaba por mis tiempos, quería terminar mi Tecnicatura, pero tuvimos paciencia y a finales del año pasado decidimos armar un plan de acción donde mezclamos una modalidad virtual con una presencial. Para mí también fue un gran desafío dirigir así, había hecho algunas cosas en pandemia pero me negaba bastante. Por suerte las chicas me convencieron para que probáramos, y nos funcionó».

En su recorrido como actriz, Ginard participó en obras como Casa Linguee, Tiernas criaturas, Cartas de consuelo, Mujeres a media luz, Viñetas argentinas, Bacantes, Serena danza del olvido, La noticia del día, Push up 1-3, Lírica, Ejecutor 14 o Mis muy privados festivales mesiánicos, por citar algunas. Recientemente intervino en Imprenteros, de Lorena Vega. Como directora, sus últimos trabajos han sido Destiempos (H.L.Daniel), Efecto luna llena y Un asunto delicado (Guillermo Hermida), Seríamos una familia…(inspirada en textos de la escritora estadounidense Lucia Brown Berlin) y en los dos últimos meses se presentó con la pieza Verano es algodón, de Julia Di Ciocco, en Vera Vera Teatro, en CABA, con las actuaciones de Marcela Bea y Fernanda Machado. 

Consultada por Las fugitivas, Ginard comentó que «las chicas estaban trabajando con el texto de Las criadas, y yo les ofrecí esta obra, que me parecía mucho más concreta, se originó en una historia real y realmente me entusiasmaba trabajarla. Conozco al autor, trabajé con él como actriz y dirigí otra pieza que se llama Destiempo. Es decir, tengo una relación bastante cercana con su poética y me parecía que era un texto muy apropiado para las tres actrices, que por sus energías les iba a caber como un guante. Me da mucha felicidad hacer teatro en mi ciudad. Este proceso arrancó a principios de año y tendrá su primera parada en el estreno. Después, las funciones como un hecho vivo, siguen creciendo».

Ficha técnico artística

Obra: Las fugitivas. Autor: Héctor Levy-Daniel. Dirección: Marigela Ginard. Actúan: Estela Pacheco, Marcela Sanz, Patricia Oliveri. Asistente de dirección: Marcela Ombroni. Diseño lumínico: Ricardo Sica. Diseño escenográfico y vestuario: José Escobar. Realizador escenográfico: Oscar Arce. Arte y sonorización: Diego Arce/BOOMVOX. Clasificación: ATP (Lenguaje adulto).

Compartir

Autor

Raúl Bertone