La música provoca sensaciones y sentimientos, y en ese sentido los niños perciben desde muy corta edad ese amplio abanico de sonidos que emergen en los distintos ámbitos que transitan. Vestuarios coloridos, diferentes coreografías y un repertorio musical que recupera canciones tradicionales. Todo eso expuso la compañía teatral “Perro Salvaje”, cuando en el Auditorio de MEDANO repitió esa sana y linda costumbre de acercar a los chicos al conocimiento y la valorización de diferentes manifestaciones artísticas (música, danza y ejecución de instrumentos), estimulando la creatividad, interpretación, expresión y comunicación.
«Hace tres años formamos «Perro Salvaje» con un grupo de docentes de música, e interpretamos un repertorio que comprende producciones nuestras, canciones de autores del momento en el género y canciones tradicionales como las que aprendimos en la escuela o en nuestra casa. Armamos un espectáculo que gira en relación a momentos donde tratamos de atrapar a las familias, buscando que jueguen, canten y principalmente compartan un momento con nosotros. Tenemos canciones alegres, para jugar, canciones feas, para bailar, divertidas. En fin, una propuesta que en nuestra provincia es escasa, atento a la la forma profesional con la que apuntamos nosotros, con la seriedad y el respeto que el público merece. En agosto tenemos confirmadas presentaciones en Anguil, Eduardo Castex, Intendente Alvear y Santa Rosa. General Pico nos vio nacer y nos dio la confianza y la madurez como grupo, acercando a las familias la oportunidad de escuchar una música sana, humilde, sin violencia y con un mensaje que nos devuelve a nuestra propia infancia», contó Ezequiel Coronel, uno de los artífices del grupo.
El sábado presentaron «Perro Salvaje, en banda», uno de los proyectos que elaboraron en este tiempo y desarrollan sin fisuras sobre un escenario. Revalorizando el cancionero infantil y a través del mismo realizando un recorrido en un espectáculo que propone un repertorio amplio en melodías, ritmos y armonías, géneros populares, además de las situaciones que se generan con músicos actuando en vivo, exponiendo dinámicas grupales, con proyección de imágenes, representaciones teatrales y mucho humor.
El grupo está integrado por Adrián Barroso, Gisela Castillo, Ezequiel Coronel, Pablo Coronel, Fabricio Martínez, Alejandra Reyes, Alexis Soto, Kela Ursino y Verónica Zeballos, encargados de divertir a una numerosa concurrencia, mayormente niños, conectándolos con canciones como «La bruja enamorada», «El monstruo de la laguna», «La Mona Jacinta», «Soy una taza», «La receta», «La barca», «El gallo y la pata», o «El aldeano». Con cada una de ellas, y con una propuesta lúdica y participativa, fueron sumergiéndose en historias personales, que reflejan momentos de nuestras vidas y que son parte de nuestra identidad cultural.
Recuperando canciones para despertar sentimientos
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