Tres décadas habitando un maravilloso reino

Cada muestra de un artista plástico, como cada libro nuevo o cada obra de teatro puesta en escena por primera vez, es una invitation au voyage, una invitación para viajar. Uno no sabe a donde lo llevarán, pero parte sin temor. Ya que este maravilloso reino, que representa el mundo del arte, naturalmente se trata de arte auténtico, más veraz que la realidad misma, es la única patria del alma agitada del ser humano donde regresa fugazmente para purificarse y encontrar su lucidez inicial.
La artista plástica pampeana Dora Rossi volverá a abrir su pequeño mundo en este inicio de 2017. Un mundo individual como siempre ocurre con el arte y al mismo tiempo, tan evidentemente general. Un mundo radiante y armónico, donde las cosas terrenales han sido transportadas a otra escala, más calma, y sin embargo, sin que perdieran su textura. El clima de este mundo es de una nobleza contenida, una cultura nata y adquirida.
Se trata del Proyecto Cultural Los sigo queriendo, una retrospectiva con motivo de sus tres décadas con la pintura y el grabado, que ha sido aprobado por Curaduría de MEDASUR. Y allí la estará inaugurando el próximo sábado 4 de febrero a las 20:00 horas. «Los trabajos, óleos en bastidor -grandes, medianos y pequeños- se sumarán a los enmarcados, grabados de todas las medidas y óleos sobre papel, totalizando unas 50 producciones, realizadas a partir de 1987 cuando comienzo «con estas andanzas», hasta hoy. La muestra se completará con la exhibición de matrices y dos instalaciones, una conformada por medio centenar de miniprints (imágenes gráficas de 10 x 10) y otra integrada por unos 200 barcos de papel plegados e intervenidos. Estoy ultimando detalles con mucho entusiasmo», contó Rossi, respondiendo a la consulta de Lobo Estepario.
Esta reconocida docente y artista plástica nacida en General Pico, inició su actividad en el año 1987. Ha realizado talleres de capacitación con Griselda Ferreyra, Raúl Fernández Olivi y Rafael Gil, y clínicas de arte con Jorge González Perrín y Nicolás Menza. También asistió al Taller de Gráfica Experimental de La Habana (Cuba). Participó en más de 100 salones de arte en el país y en el exterior -expuso en La Habana, Lima, Edimburgo, Punta del Este y Monterrey-, recibiendo diferentes premios y reconocimientos, donde se destacan el Gran Premio de Honor en Trelew por su óleo Rituales y el Primer Premio en pintura en el Salón de Ceres (Santa Fe). Autodidacta del arte, no deja de crear y exponer sus producciones y reconocimientos. Si bien su obra está realizada mayormente en óleo, también incursiona en pequeño y mediano formato, dibujos (tinta y papel) y grabados. Desde el año 2000 viene coordinando junto a otros colegas distintos Proyectos Culturales en General Pico. En 2016 fue merecedora del premio Testimonio en Artes Visuales.
Aprender a apreciar la imagen es aprender acerca de la persona que la pintó. La esencia de la imaginación. La pintura es el mundo real. Contemplar una obra, estar a solas con el artista. Colores que nos dan una especie de comprensión. Nos imaginamos lo que el artista nos está diciendo, o tal vez a sí mismo diciendo. Y a medida que continuamos nuestra vigilia tranquila, el panorama comienza a ‘hablar‘ para nosotros, contar su historia.

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Autor

Raúl Bertone