La poesía de Oscar García apunta al paisaje, captura la esencia del mismo, buscando trascender su infinita sugerencia. Ese rescate sensible de vivencias humanas transportado a la embellecida imaginación de la palabra. Aportando cosas profundas a la canción alimentada por nuestra llanura, de esta pampa que nos desvela. Realidad metafísica de nuestro ser. Nacido en Santa Rosa, parte de su primera infancia transcurrió en el paraje conocido como Bajo de las palomas, en el campo de su abuelo, regresando luego a la capital provincial y afincándose en el barrio Villa del Busto, donde vive actualmente.
«La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido» escribió Leonard Bernstein. Es un lenguaje universal. Escuchamos antes de que podamos ver y oler, y es desde el estado embrionario cuando se captan los primeros sonidos procedentes del latido del corazón o la respiración de la madre. Nada más nacer, nos adentramos en un océano de sonidos y vibraciones que nos acompañará el resto de nuestra vida. A diferencia de la palabra hablada, la música conecta directamente con nuestro subconsciente, con el lado más primitivo de nuestro cerebro.
Justamente la música fue un llamador, logró atraparlo a García cuando joven, y en los inicios de la década del ’60 formó parte del grupo Los tres del sur, junto a Delfor Sombra y Andrés Díaz, que después pasaría a llamarse Las Voces de Huitru Mapu, encarando la primera grabación: Cumecó, de Félix Domínguez. Transcurrido un tiempo se sumó a Los Ranquelinos, compartiendo la escena con Lalo Molina, Pelusa Díaz y Carlos Urquiza.
Mientras los deseos de seguir armando su estructura como músico eran sostendidos por Carlos Groisman y Ani Grunwald, apareció su primera composición: se trató de Agüita de médano, sobre el poema de Bustriazo Ortiz, uno de los poetas que alimentaron su búsqueda, así como también lo hicieron Julio Domínguez El Bardino, Edgar Morisoli o Ricardo Nervi, por citar otros tres fundamentales de la literatura pampeana. En 1985 creó el grupo Cantizal, ese excelente quinteto vocal e instrumental, que se completaba con Andrés Díaz, Omar Urreaga, Luis Montoya y Osvaldo Di Pietro, y que dejó su huella profunda en el cancionero pampeano.
La formación produjo dos gemas: la primera fue justamente Cantizal -en ese mismo año ’85-, grabando himnos como Milonga baya, Por qué cantamos, Pan del agua o Huella de ida y vuelta, acompañados por guitarristas notables como Agustín Gómez, Esteban Morgado, Sará o Miguel Angel Reyes; el segundo y último disco se llamó Y el viento va…(1987), con temas como Hay un pueblo, Juan Wala, La tierra del caldén, Taberna o Salud a la cofradía, con el aporte del Trío Morgado y el bandoneón de Pablo Greco.
Respondiendo a ese «reclamo interior, al cascabel» como señaló cierta vez Atahualpa Yupanqui, García ha buscado ser certero en su demanda por convertirse en aquello que bulle en los alrededores del paisaje, componiendo junto a músicos como Naldo Labrin, Roberto Palmer o el mencionado Lalo Molina. La patria del corazón, que apareció en 2007, fue su primer trabajo solista, y contempló obras musicalizadas y arregladas por él mismo.
Al año siguiente vio la luz su libro, que llevó el mismo nombre del disco, y en 2015 salió al ruedo con Pulsaciones y calandrias, su último trabajo musical, con clásicos reversionados como Anguil, Milonga de dos querencias, Olor a monte, Rubiatango, A solas sin soledad, Aura de la despedida, Niña de Curacó o Cuando estoy lejos, entre otros temas donde comparte autoría con Bustriazo, Julio Domínguez, Molina, Morisoli o De Giovanni. García anduvo caminos con la música y la poesía a cuestas. Y los sigue andando. Con esa memoria en la que el recuerdo es presente contínuo y es por eso magia.
1) ¿Qué le hubiese gustado ser?
Lo que soy. Pero mucho antes. No lo fui, porque las exigencias de la vida, las responsabilidades familiares y la lucha por el pan cotidiano me hicieron dejar mis proyectos artísticos en segundo plano.
2) ¿Quisiera cambiar de trabajo?
No. Ahora estoy en lo mío.
3) ¿Un lugar para vivir en el mundo?
Santa Rosa. A veces fantaseo cuando ando por el país o el mundo, y me enamoro de ciertos pueblitos pequeños. Hasta llego a decir “Aquí yo sería capaz de vivir”. Pero sé que perdería un continente de afectos y de historias, de cosa cotidiana e imprescindible. Lo sé. Lo he visto en amigos que no tuvieron la elección de quedarse. Si me dejan elegir, aquí me quedo.
4) ¿Qué desea para su vejez?
Llegar juntos con mi compañera y no perder la ilusión de querer hacer siempre una mejor canción que las que hice.
5) ¿Qué mejoraría de su cuerpo?
Le quitaría unos cuantos años. Sólo eso.
6) ¿En qué tarea no se siente inteligente?
Haciendo trámites soy pésimo.
7) ¿Cuál fue el momento más feliz de su vida?
Cuando nacieron mis hijos.
8) ¿Su primer trabajo?
A los 15 años. Cadete en una tienda.
9) ¿Cuál es el buen cine?
El que cuenta bien. El cine es fundamentalmente relato. Por supuesto que valiéndose de varias herramientas y disciplinas artísticas partiendo de un guion. A veces se ha hecho una mala película con un buen guion, pero es imposible hacer una buena película sin un buen guion.
10) ¿El último libro que leyó?
Una voz en la noche, de Andrea Camilieri.
11) ¿El mejor libro que leyó?
Varios. Si tengo que recordar los que me conmovieron especialmente, elijo Sobre héroes y tumbas de Sábato, Redoble por Rancas de Manuel Scorza y Cien años de soledad de García Márquez.
12) ¿Un programa de T.V?
Veo muy poca TV. A pesar de haber trabajado 30 años en TV, he perdido interés en este medio, salvo por el fútbol. Recuerdo que me gustaban los programas del español Jesús Quinteros, porque eran una mezcla de buen periodismo y búsqueda artística. No veo programas similares hoy.
13) ¿Qué instrumento musical le gustaría tocar?
Cualquiera, pero bien. Solo toco la guitarra muy modestamente. Y lo hago sobre todo para componer. Es un instrumento muy noble. Salvando la distancia, hace poco me enteré que Schubert componía con la guitarra también. Es alentador.
14) ¿Qué hito de la historia mundial le hubiese gustado vivir personalmente?
El 17 de octubre de 1945.
15) ¿Cuál fue la vez que más lloró?
No recuerdo una en especial, pero se me llenan de lágrimas los ojos con facilidad con las cosas que me sensibilizan.
16) ¿El mejor político en la historia del país?
Perón. Y los que salieron de su hechura.
17) ¿La mejor persona que haya conocido?
Varias. Tuve esa suerte. Sería injusto nombrar una sola.
18) ¿Usted cree en la justicia de este país?
Creo en la justicia como valor. Si nos referimos a la administración de justicia tengo mis reparos. Pareciera dura con los pobres y blanda con los poderosos.
19) ¿Qué profesión u oficio nunca ejercería?
Verdugo.
20) ¿Un personaje nefasto en nuestra historia?
Varios. Y los que los propiciaron.
21) ¿Le preocupa la muerte?
No.
22) ¿El arte salva?
Mis amigos y yo, que éramos realmente muy pobres, cuando comenzamos a tocar la guitarra y hacer nuestro primer grupo, cuando ingresábamos al mundo del arte, sentimos que dejábamos de ser pobres. Creo que no estábamos equivocados.
23) ¿Qué opina del aborto?
Es un derecho de la mujer.
24) ¿Qué le gustaría saber del futuro?
Si va a triunfar el bien.
25) ¿A quién no dejaría entrar a su casa?
A los milicos del Proceso.
26) ¿Donaría sus órganos?
Sí.
27) ¿Recuerda su primera maestra?
A Nieves, claro.
28) ¿Qué opina de la religión?
Tengo un gran respeto por la espiritualidad. Y el modo que cada cual lo entiende o siente.
29) ¿Una película?
Varias. Mencionaría a Los desconocidos de siempre de Mario Monicelli, El baile de Ettore Scola o El padrino de Coppola.
30) ¿Cuál es la persona que más le gustaría ver en estos momentos?
A mis viejos.
31) ¿Le molesta que fumen al lado suyo?
No.
32) ¿Qué sabe o recuerda de la dictadura militar?
Una época dolorosa e infeliz. Duele también recordarla.
33) ¿Cuál es su idea de la felicidad?
Se me ocurre una foto. Está mi familia y mis amigos. Y todos cantando.
34) ¿Qué es lo que más valora en sus amigos?
La lealtad.
35) ¿A quién le gustaría parecerse físicamente?
A nadie.
36) ¿A quién le gustaría parecerse intelectualmente?
Estoy conforme siendo quien soy.
37) ¿Le niega o le negó el saludo a alguien?
Alguna vez. Ahora no.
38) ¿Qué le gustaría saber ante todo?
La verdad.
39) ¿Santa Rosa está bien gobernada?
Las calles dicen que no.
40) ¿Su peor defecto?
Mi autoexigencia. Es malo para mí, y peor para los que me aguantan.
41) ¿Qué le gusta regalar?
Libros.
42) ¿Qué piensa del periodismo en general?
Veo demasiados operadores políticos reemplazando a periodistas. No es la mejor época del periodismo en general.
43) ¿Justificaría en algún caso la tortura y aún la muerte?
Jamás.
44) Se incendia su casa, sólo puede llevarse una cosa, ¿cuál?
Mi guitarra.
45) ¿Una canción?
Soneto a mamá, de Serrat. Por decir una. Podría nombrar 100.
46) ¿Cuál lugar de la casa es el mejor para leer?
Donde haya silencio.
47) ¿Si fuese presidente, qué es lo primero que haría?
No me imagino ser algo que jamás buscaría ser.
48) ¿Si fuese Dios, qué es lo primero que haría?
Salvar a los buenos.
49) ¿Cuál fue la persona que más lo ayudó?
Fueron dos. Miguel Angel Merellano y Carlos Groisman.
50) ¿Se arrepiente de algo?
Sí. De varias cosas que no hice.