A la música la «olfateó» siendo un pibe cuando correteaba las veredas del barrio Este, ese que lo vió nacer. El tiempo transcurrió y el niño mutó en eso que tanto soñaba ser. No fue ejecutando el bandoneón, instrumento que le despertaba tantas sensaciones, sino con un piano. Humberto Enrique Somoza, a quien todos reconocen con los apodos de Beto o Bicho, es alguien que está emparentado, profundamente ligado al desarrollo musical de esta ciudad en los últimos 50 años.
«Al lado de mi casa vivía una familia que poseía un piano y allí fue donde empecé a «golpearlo» por primera vez. Pero en esos años de mi infancia lo que me seducía era el sonido que emergía de un bandoneón que se dejaba escuchar en la esquina de las calles 18 y 21. Era de un muchacho que estudiaba ese instrumento y a mí me apasionaba verlo tocar. Yo quería ser bandoneonista y entonces me mandaron a estudiar teoría y solfeo con Velia Giacinti de Gurini, una profesora de piano que enseguida me vio condiciones. Habló con mi padre y bueno, el «fuelle» no pudo ser y seguí estudiando piano», cuenta «Bicho».
El papá de Humberto fue directivo de la entidad que nucleaba a los españoles y de alguna forma ese acercamiento a las veladas bailables en el Recreo sirvió de alimento para su pasión por la música. Las orquestas más relevantes de ese momento -Troilo, D’Angelis, Basso- pasaron por aquí, como también aquellas inolvidable voces del tango, donde bastaría mencionar a Morán, Argentino Ledesma, Margal o Edmundo Rivero. Con 14 años ya se animaba con el piano en algunas canciones populares, y fue así como se lo pudo escuchar a través de las propaladoras «Claridad» e «Ideal», de Acevedo y Guerra respectivamente. «Susana, la hija de Acevedo, tenía un piano y lo hacía desde ahí, mientras en la de Amado Guerra grababa ejecutando el mío, con un grabador a cinta. Hasta tenía sponsors: Sidra Buen Humor y Casa Sonia, que era una mercería», recuerda con una sonrisa.
Al año siguiente concurre a las reuniones de Peña El Alero, su presencia en el escenario se hizo más familiar y enseguida surge el convite de Hermes Acattoli para que lo reemplazara en la Orquesta Marabú, dirigida por Tito Ducaghini. Fue entonces en 1963 cuando Somoza empieza a desandar el camino. Se fueron sucediendo la Rítmica Beltramino (de Domingo Beltramino), Orquesta Godo (de Diógenes Godofredo Moscoso), Orquesta Los Duendes y Príncipes del Tango, Jazz Tropical Los Diablos, Quinteto Típico Latino (fue la primera agrupación que utilizó órgano eléctrico en nuestra provincia), Los Diamantes Típica y Jazz (dirigida por René Ruiz), Ritmo de Tango (algunos de sus cantores fueron Wadal Tomaselli, Ruiz, Oscar Arp, Ferrari y el «Flaco» Ruiz), Grupo Visión -luego Jazz Santana- (de Walter Riveiro), Orquesta Típica Trenel, Típica (Alberto Pelizzari), Grupo Tango, Los Reyes del Ritmo y Orquesta de Cámara «Ciudad de General Pico». Un derrotero colmado de satisfacciones.
«Considero que Domingo Beltramino fue uno de los acordeonistas más grandes que tuvo nuestra provincia, y yo tuve la satisfacción de integrar su orquesta. En la «Godo» eran todos profesionales, vivían de la música. Con esa agrupación acompañamos a cantores de la talla del «Negro» Ledesma y el «Rolo» Lezica». He vivido hermosos momentos con distintas formaciones musicales, de diferentes estilos, algunas de ellas armadas con la simple intención de despuntar el vicio. La música fue, es, todo para mí. Me formó como persona, me hizo conocer lugares hermosos de mi país, hacerme de amigos. Fue un medio para ganarme la vida, aunque nunca tuve pretensiones económicas exageradas, y es también una buena efectiva de escape espiritual».
La posibilidad de enseñar se cruzó en su camino en los inicios de la década del 90. Empezó en «Nuestra Señora de Luján, para recorrer luego otros establecimientos educativos piquenses y de otras localidades, como Rucanelo y Vértiz. Por ese tiempo fue parte importante en la gestación de lo que después sería El Viejo Galpón. «La música me dio la oportunidad de enseñar en varios colegios, y hoy día continúo en esa tarea, en el Instituto que tengo en mi propia casa. Siento que sembré una semilla, varios de mis alumnos son docentes de música, y siento también el reconocimiento de mi ciudad. Pienso que me faltó más preparación académica, si bien estudié muchos años y realicé cursos de perfeccionamiento en lugares como el teatro San Martín de Buenos Aires. Ya casi retirado como músico de orquesta, poder seguir enseñando hace que no me quede quieto. Uno siente como el espíritu se renueva constantemente», concluyó.
1) ¿Qué le hubiese gustado ser?
Lo que soy. Músico y profesor de teclados.
2) ¿Quisiera cambiar de trabajo?
No. Ya jubilado, sigo con la enseñanza musical.
3) ¿Un lugar para vivir en el mundo?
General Pico.
4) ¿Qué desea para su vejez?
Poder disfrutar de mis tres nietos y de mi familia toda.
5) ¿Qué mejoraría de su cuerpo?
Mi pierna derecha. Sufro un problema linfático.
6) ¿En qué tarea no se siente inteligente?
No sé si soy tan inteligente en otras actividades que no sean musicales, y en estas hasta cierto punto.
7) ¿Cuál fue el momento más feliz de su vida?
Tengo muchos. Elegiría mi infancia y cuando formé un hogar.
8) ¿Su primer trabajo?
Vendedor de golosinas en los comercios y kiosquero. Tuve el primer quiosco en el Hospital local, en el año 1962.
9) ¿Cuál es el buen cine?
El que disfruté en mi infancia. El cine nacional de la década del ’50. Ese de actores como Sandrini y Tita Merello.
10) ¿El último libro que leyó?
Una biografía de «Pichuco» Troilo.
11) ¿El mejor libro que leyó?
La Biblia.
12) ¿Un programa de T.V?
Documentales sobre la naturaleza, programas deportivos y musicales.
13) ¿Qué instrumento musical le gustaría tocar?
Siendo pequeño soñaba con tocar el bandoneón, pero terminé siendo pianista.
14) ¿Qué hito de la historia mundial le hubiese gustado vivir personalmente?
1810. La Revolución de Mayo.
15) ¿Cuál fue la vez que más lloró?
Cuando murieron mis padres.
16) ¿El mejor político en la historia del país?
Tres. Arturo Illia, Juan Domingo Perón y Evita.
17) ¿La mejor persona que haya conocido?
Conocí a muchas, pero en Roberto Enrique Ilariuzzi están todas concentradas.
18) ¿Usted cree en la justicia de este país?
Actualmente no. Espero que cambie.
19) ¿Qué profesión u oficio nunca ejercería?
Sepulturero. Aunque por necesidad, si no hay otra opción, lo haría.
20) ¿Un personaje nefasto en nuestra historia?
Isaac Rojas. Y Galtieri, que nos metió en una guerra sin sentido donde murieron muchos pibes.
21) ¿Le preocupa la muerte?
No. Sabemos que estamos de paso en este mundo.
22) ¿El arte salva?
Sí. Un pueblo, sin expresión del arte, no sirve.
23) ¿Qué opina del aborto?
No estoy de acuerdo. La vida no se le quita a nadie.
24) ¿Qué le gustaría saber del futuro?
Que mis hijos y mis nietos tengan bienestar y seguridad.
25) ¿A quién no dejaría entrar a su casa?
Delincuentes y asesinos.
26) ¿Donaría sus órganos?
Sí. Soy donante.
27) ¿Recuerda su primera maestra?
Claro que sí. La señora de Oporto. Y recuerdo a otras grandes maestras que tuve como Clarisa de Arroyo, Andrea Videla, Rosa La Gioiosa, Alvarado y Pascual.
28) ¿Qué opina de la religión?
Todas buscan el mismo objetivo: Dios. Soy católico, pero respeto a otras religiones.
29) ¿Una película?
«Helena de Troya», de Robert Wise.
30) ¿Cuál es la persona que más le gustaría ver en estos momentos?
A mis padres Gerardo y Adela.
31) ¿Le molesta que fumen al lado suyo?
Sí, es algo que no tolero. Fui fumador y no comprendía el mal que le provocaba al que no fumaba.
32) ¿Qué sabe o recuerda de la dictadura militar?
Siendo militante peronista nunca me molestaron, pero está a la vista lo que hicieron.
33) ¿Y de los gobiernos menemistas?
Menem fue un un buen político, salvo en su última época. Pero hubo gobiernos peores.
34) Se encuentra con Cristina en un ascensor, ¿qué le dice?
Que termine su mandato y deje gobernar tranquilo a quien la suceda, que no quiera imponerse desde afuera. Que recorra los lugares de nuestro país que sufren necesidades. Que es una persona soberbia. Y por favor, ¡basta de cadenas nacionales por cualquier cosa!.
35) ¿A quién le gustaría parecerse físicamente?
A nadie.
36) ¿A quién le gustaría parecerse intelectualmente?
A notables músicos como Maderna, Mores o Salgán.
37) ¿Le niega o le negó el saludo a alguien?
Creo que no. Habrá gente que no me quiere, y si alguna vez le negué el saludo a alguien, se me pasó con el tiempo. No soy rencoroso.
38) ¿Qué le gustaría saber ante todo?
Todo lo que me falta saber sobre música. Y en la vida, uno siempre tiene algo para aprender.
39) ¿General Pico está bien gobernada?
El intendente actual hace todo lo posible en un contexto político donde la ayuda desde el gobierno provincial casi no existe. Faltan fuentes de trabajo, no hay industrias, pero mayormente producto de esa situación.
40) ¿Su peor defecto?
Pienso que por ahí hablo mucho.
41) ¿Qué le gusta regalar?
Cariño y amistad.
42) ¿Qué piensa del periodismo en general?
Hay buenos periodistas en mi ciudad y en el país, aunque algunos se van de «mambo».
43) ¿Justificaría en algún caso la tortura y aún la muerte?
No.
44) Se incendia su casa, sólo puede llevarse una cosa, ¿cuál?
A quienes están adentro. Lo otro se recupera.
45) ¿Una canción?
«La cumparsita», de Gerardo Matos Rodríguez.
46) ¿Cuál lugar de la casa es el mejor para leer?
Cualquier sitio donde uno pueda leer con tranquilidad. Hasta en el baño. ¿Quién no se llevó algo para leer ahí?.
47) ¿Si fuese presidente, qué es lo primero que haría?
Como no serviría, no me postularía nunca. Pero si lo fuese, buscaría terminar con el flagelo de la droga, con la delincuencia. Después me iría.
48) ¿Si fuese Dios, qué es lo primero que haría?
Pacificar el mundo.
49) ¿Cuál fue la persona que más lo ayudó?
Mis padres y mi esposa.
50) ¿Se arrepiente de algo?
De algunas cosas. Por ejemplo, no haber terminado de cursar estudios que me hicieron falta en su momento.