La energía de un fotógrafo es la inspiración. Existen parajes y presencias que despiertan los instintos de quienes cultivan el oficio. El fotógrafo de naturaleza pasa frío, se raspa las rodillas y los codos arrastrándose para conseguir la mejor imagen. Se pincha, se aguanta el frío, la lluvia, el calor. El producto son imágenes auténticas y de alto valor estético que permiten elevar nuestra conciencia de la belleza de una naturaleza única que debemos respetar, promoviendo el respeto en nuestra relación con ella. A la vista de las constantes amenazas a la biodiversidad, las imágenes desencadenan asociaciones, sentimientos y emociones que no necesitan de palabras para comprender la gran importancia de su cuidado y preservación por encima de otras consideraciones. El mundo fotográfico es amplio y brinda muchas posibilidades. Una de sus variantes se encarga de tomar imágenes de paisajes y animales. La fotografía de naturaleza no tiene demasiada prensa, pero es una herramienta de suma importancia para generar conciencia en la conservación del ambiente. De eso se trata Latido Pampeano, una selección de 26 imágenes captadas por fotógrafos pampeanos, muestra que puede visitarse en el hall de MEDANO.