
Por Carlos Heim
(Historiador de Eduardo Castex)
En 1.997 Don Adolfo Ohaco y dos amigos viajaron desde Santa Rosa a General Alvear, Mendoza, para visitar el lugar donde había vivido y muerto Juan Bautista Vairoleto. Llegaron a eso de las 13.30 y cerca de la casa blanca que se ve en la foto había bastante gente. Un hombre les dijo que a imposición de Doña Telma Ceballos habían hecho ese rancho pero que ése no era el lugar dónde había vivido Vairoleto.
Según Ohaco, al lado de ese rancho había una cruz de hierro que indicaba el lugar donde había muerto. En el vídeo de Enrique Derech esa casa blanca era de adobones y estaba sin revocar, el rancho de barro no estaba y en el vídeo ella dice que se pegó un tiro y cayó al lado de la pared. Yo estuve en el verdadero lugar que es a unos 500 metros al oeste. Mi concuñado llamó a uno de los dueños (son 2 abogados que viven en San Rafael), y le dijo que le dijera a un muchacho que vivía a unos 40 metros de esa tranquera donde está Ohaco con unos de sus amigos que estaba con candado, que nos abriera para ir hasta donde había vivido. Era una tranquera muy precaria de unos 4 alambres de púa, nos abrió y fuimos en el auto, hicimos unos 400 metros hacia el norte, doblamos hacia la izquierda y llegamos a unos 6 o 7 metros de lo que quedaba del verdadero rancho de Vairoleto, unos 30 adobes crudos caídos de lo que supuestamente era la pieza. Cómo yo tenía un celular común al otro día fuimos con mi cuñado Sergio Liñeira que había ido de Castex con nosotros, y él saco la foto de la cruz de la tapa del libro. Las plantas que se ven están a la orilla del brazo del río que está a unos 30 metros de lo que queda del rancho y la cruz está a unos 15 metros y a unos 17 del brazo del río.
La cruz indica el lugar donde cayó, al lado hay una cruz bajita de hierro con la inscripción «familia x agradecida». Es mentira que se suicidó. Corrió hacia el brazo del río al que según mi concuñado le habían echado toscas, y él lo había cruzado caminando. Es probable que a las toscas las hubiese echado Vairoleto. Un Diario de Mendoza publicó un croquis donde apostados cerca del brazo del río de ven 2 policías de cada lado, o sea que la policía sabía lo del paso y pensó que podía tratar de cruzar al otro lado y escapar. A Ohaco no le mostraron el verdadero lugar donde murió.