Tras casi 20 años de profesión, un docente bonaerense decidió dejar de dar clases por la ineficiencia del sistema educativo argentino. Dice que un alumno que no da la altura puede aprobar cualquier año del secundario porque todo está hecho para que no haya una evaluación eficiente.
“Después de muchos años dando clases en escuelas de la provincia de Buenos Aires hoy digo basta. Me harté del famoso sistema. Qué tristeza terminar con un aula vacía…Justamente en la misma escuela donde fui estudiante. Es otro mundo. Otra escuela.”
Con este mensaje en Twitter, Mariano, un docente de 43 años, decidía poner fin a su carrera, cansado de un proceso de deterioro de la educación en el país.
“El sistema está preparado para expulsar a los docentes. Si querés trabajar, si querés que los alumnos aprendan, se esfuercen, no hay cabida. Hay un política para no poder desaprobar a los estudiantes que no dan la altura” explicó a MDZ.
Conocedor de cómo funciona el sistema educativo, con casi 20 años de experiencia, dicta clases de segundo a cuarto año del secundario en una escuela pública bonaerense.
“La idea es que aprueben todos. Con presentar un trabajo o una recuperación, pasan todos. Esto es algo que viene decayendo año tras año. Literalmente, un alumno que no sabe nada de nada puede aprobar cualquier año del secundario”, agregó.
La frustración que le genera esta situación lo lleva centrar su futuro laboral en el turismo. Como guía, espera el regreso de los viajeros del exterior, alejados por la pandemia, para dedicarse a full a esa actividad. Además de la escuela pública bonaerense, dicta clases en un colegio privado de ese distrito y en un bachillerato con orientación gastronómica en el barrio porteño de La Boca. Los mantendrá por unos meses hasta volcarse a pleno al turismo.
“¿Cómo pretenden que los docentes estemos motivados? Si es lo mismo enseñar o no. Para eso que miren videos en Youtube y listo. Muy triste”, explicó.
Su temor es que muchas medidas de flexibilización que se dispusieron por la pandemia, como pasar de año aún con materias previas, se conviertan en lo normal. Dice que el cierre de los colegios por la situación sanitaria causó un daño muy grande: “Preparaba una clase virtual y se conectaban dos o tres alumnos. Una frustración.”
En pocas palabras, relató cómo fue el proceso de decadencia de la educación, a través de la flexibilización de los exámenes: “Antes se tomaba todo el programa, después sólo lo que se había visto, después lo que no se aprobó, si nos entregaban la hoja en blanco teníamos que llenar una planilla para detallar lo que les tomábamos.”
Por todos estos motivos, Mariano dejará de ser docente.
Nota: MDZ