Una poesía del piquense Dardo Cuellar.
El niño de arena
El chico corre
contra el viento
en su afán de ganar.
Algo sincrónico como sus brazos
y sus piernas
desgarran el aire.
¡Y su imagen se deshace!
Como si fuera de arena
se disemina en el desierto.
Su camisa y sus cortos
pantalones amarronados,
sus botines negros gastados.
¡Yacen!
Casi tapados en arenales
que antes se tragaron a ordenados ejércitos.
Y el niño se hizo arena,
viento
y tiempo incalculable.