El sonido fue de muerte,
el instante… precoz
y dejó su sello como marca.
Fue una vida que terminó,
Y quise cargar tu cuerpo,
un brote que se derramó en savia,
un velo que se rasgó
arrastrado por el campo
y prendido de los cardos.
No quisiste desaparecer
pero así fue tu vida,
queriendo soplar el viento
como una planta pisada por la indiferencia
que solo vimos
¡Vos y yo!
Tus ojos, tu mirada no se fue sola.
Porque por un poco que sea
también algo mío
se fue con vos.
Por Dardo Cuellar (General Pico)
Fotografía: Federico Lederhos