Ángeles Pizarro, docente e investigadora, ha creado EntreLíneas, un espacio virtual donde la poesía pampeana cobra vida. Este proyecto busca visibilizar a los escritores locales y fomentar el amor por la lectura en todas las edades. Un proyecto que nace del corazón y florece en las palabras.
EntreLíneas es una librería online donde compartimos el ritmo poético de escrituras regionales. Regalamos magia, gestos, afecto y tejemos historias para mirar el mundo.
Les voy a contar cómo surge EntreLíneas y por qué. Me dedico a la docencia, la investigación y la extensión en la Facultad de Ciencias Humanas en la UNLPam, mis trabajos fueron de a poco acercándome a lecturas que me invitaban a pensarme desde otros sentires, más allá o junto con, el mundo académico. Fui incursionando como espectadora y aprendiz en distintos lenguajes (cine, teatro, música, danza, poesía, fotografía) para descubrir y buscar a través del arte enriquecer mi mirada. Experimentar desde el no saber y la pregunta es lo que más me moviliza allí. En simultáneo asistí regularmente al ciclo de Poesía y Pico, lo que me permitió conocer distintos escritores de nuestra provincia. Estuve en varias publicaciones de libros en nuestra ciudad, la feria provincial del libro y cualquier evento cultural que me permitiera dejarme permear por la sensibilidad del arte y sorprender por las historias alrededor de las obras. Esto me llevó a conocer mucho más sobre paisajes, personas, la representación de los objetos, sentires, música, literatura y referentes de la identidad de nuestra provincia que hasta el momento desconocía. Me apropié de mi terruño con la fuerza narrativa del mirar poético. Es imposible evitar conmoverse al escuchar las lecturas de Bustriazo Ortiz, Olga Orozco y Edgar Morisoli desde la voz de nuestros escritores de la provincia.
La idea de la librería se gesta en ese proceso, como parte de mis lecturas, las propias búsquedas personales y profesionales.
La intención siempre fue clara: poder compartir la lectura de la poesía regional, encontrarnos y abrir el espacio donde pueda divulgarse la cultura a múltiples sectores, espacios y generaciones, viajar en una lectura singular y cercana, para volar, jugar y amar. Romper también con ciertos mitos respecto a que “hay que saber de poesía para poder leerla”, la poesía se siente y ya, te resuena, es como un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado a mitad del patio, diría Cortázar, y hay para todos los gustos. Creo que en eso tener una responsabilidad, de hacerle llegar a quienes leen, darse la posibilidad de mirar la poesía con otros ojos.
También considero que promover, comunicar, militar la poesía, es decir, lo sensible y lo común es un acto de resistencia en estos tiempos. Poder “poemar” la vida en un contexto tan hostil es una forma de cuidado, de resguardo, de abrazarnos desde el lenguaje. Por eso es una decisión profundamente política trabajar con este tipo de literatura, tan ninguneada muchas veces. Hay una cuestión con valorar lo de afuera en detrimento de lo propio, por el sólo hecho de serlo, que creo que hay que romper. La Pampa y otras provincias también, tienen grandes escritores que es importante dar a conocer por la memoria y la identidad de la cultura local.
Al inicio, comienzo con una editorial pampeana y gente cercana y cálida que generosamente se sumó con ánimos a esta idea. Allí está Pablo, Águeda, Laura, Ariel, Olga, Nidia, Matías, y tanta gente cercana más que fueron mi sostén e impulso. Patricia y Beatriz con la infancia fueron quienes me adentraron a un mundo de magia y arte impensado para mí. Por eso siempre digo que la librería es un proyecto colectivo, así lo vivo.
Cuando socializo el proyecto al público aparecen más escritores para que le promocione sus libros. Al fin y al cabo mis deseos también eran parte de una necesidad de poder publicitar las propias producciones, que muchas veces luego de presentaciones quedan invisibilizadas.
También se dio algo particular en el camino que es el acompañamiento de mi hijo Francisco. Se involucró en la librería y nos encontramos en un interés común, que enriquece nuestro vínculo profundamente. Ustedes dirán si ya no soy una afortunada con los frutos de esta idea.
El objetivo de mi proyecto es compartir y participar de espacios culturales para conocer e intercambiar ideas, lecturas, historias a través de la poesía y otros géneros. También asisto a ferias donde puedo charlar con la gente de una manera más cálida y cercana alrededor de lo que nos emociona en nuestras vidas.
Particularmente, para mí la poesía es el puente para encontrarnos, escucharnos, dejarnos afectar -en términos de afectos-. La librería es una excusa para permitirme vivir con otros desde la ternura, incluso desde lo indecible. Quizá esa sea lo indispensable para que exista EntreLíneas.
Por Angeles Pizarro
Para contactarse las redes son:
Instagram: entrelineas.libreria.gp
Facebook:EntreLíneas Librería
Whatsapp: 02302527832
Tienda online: https://entrelineaslibreria2.mitiendanube.com