«Es el momento de estar lo más imaginativos posibles»

«Voy a comenzar con algunas referencias sobre el teatro y su doble, donde en una parte se hace la siguiente mención: “La biblia y Herodóto están de acuerdo en señalar la aparición fulminante de una peste que diezmó en una noche los ciento ochenta mil hombres del ejercito asirio, salvando así al imperio egipcio. Si el dato es verdadero, habría entonces que considerar a la plaga como el instrumento directo o la materialización de una fuerza inteligente en estrecha relación con lo que llamamos fatalidad”.

Ahora partiré a través de lo que estamos pasando ante este virus, pandemia. Corporalmente, como expone Antonin Artaud, el desorden desatado por la peste despierta fuerzas sociales violentas que se manifiestan en formas extremas, los hombres traspasan las cuestiones morales y éticas, y así otras exposiciones. Tal vez este sea un comienzo para no caer en situaciones donde el caos está al borde de cada uno. Son momentos donde, buceando en nuestro interior y al encontrarnos con nosotros mismos, podamos como creadores buscar una salida a esta situación. Es la voluntad, el pensamiento, donde ahora tiene que estar lo más fuerte posible. Podemos con eso subsistir cada día que estamos pasando. Pienso que todos somos creativos y como persona del arte, es el momento de estar lo más imaginativos posibles, buscar aunque sea en forma virtual o con nuestras familias, la mayor comunicación que nos lleve a una distracción grata, de amor.

Esta peste no solo nos mata en nuestros cuerpos, sino a través del tiempo nos puede desordenar mentalmente. Desde mi lado trato de estar ocupado, comunicado, escribir, ver lo que me gusta. Como señalé más arriba, Artaud definía a la peste que atacaba a nuestro cuerpo, cerebro y voluntad, y que el teatro era eficaz como terapia curativa para nuestra voluntad. Por ende, tomo a toda expresión creativa para encontrar que este tiempo sea una luz, una puerta abierta para poder llevarlo de la mejor manera posible y encontrarnos a nosotros mismos en lo creativo. Tal vez puede ser pintando, aunque nunca hayas pintado, o escribiendo un guión, o componiendo una canción, haciendo música. Quizás nos encontremos y descubramos habilidades que en otros contextos no desarrollamos por carecer de tiempo. Tomemos esta cuarentena con sus responsabilidades, pero que también esté abierta a nuestra fantasía y juego. Una manera de llevarla lo mejor posible. Abrazo virtual y a cuidarse».

Norberto Tojo

Nació en Buenos Aires. Es actor, escenógrafo y director de teatro. Forjó su vocación en reductos independientes de Buenos Aires y una vez instalado en nuestra provincia, continuó alimentándola. Entre nuestra ciudad y Santa Rosa -donde reside-, logró establecer un puente fortalecido por las ganas de enseñar y de hacer. En la capital pampeana integró la agrupación Teatroké, representando asiduamente piezas como Decir sí, Inodoro Pereyra…el Renagau, La que sigue, Nosferatu, El médico a palos, Cámara lenta o El zapato indómito, entre otras. Creador del grupo La Ronda del Salitral, su debut como director fue con El soplador de estrellas, de Ricardo Talento. Ha realizado también las obras Postales argentinas, Un amor de Chajarí, Cenicienta, La historia del lobo feroz, Enredos y colores, La guerra de los monstruos, La fiaca, Las González, Mi muñequita o Fragmentos de un pianista violento. Como actor fue premiado por la obra Cámara lenta, con pasaje a la instancia nacional de teatro 2004. Actualmente, en su función como docente, dicta cursos de actuación, además de coordinar talleres de teatro para niños y adultos bajo la órbita de la Universidad Nacional de La Pampa.

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Autor

Raúl Bertone