A mayor cultura, mayor desarrollo espiritual

Las regulaciones gubernamentales de los últimos años obligaron a artistas y productores a buscar nuevos espacios de expresión y pertenencia. Fue así como se multiplicaron los centros culturales autogestivos, consolidándose una escena independiente, caracterizada por el entrecruzamiento y la multiplicidad de disciplinas artísticas, su sentido comunitario, y su lógica abierta y participativa. Sin embargo, la legislación actual no acompaña este cambio de paradigma, al no comprender en ninguno de sus rubros habilitatorios la naturaleza múltiple de estos espacios, ni sus modos de gestión colectivos, sus escenarios alternativos, ni su relevancia social.
Este sábado 11 de octubre se realizará en las instalaciones de la Biblioteca Obrera (Juan B.Justo 145, Santa Rosa), una jornada que permitirá la discusión del Proyecto de Ley que propone darle un marco legal y garantizar la existencia de centros culturales independientes en la capital pampeana. En la ocasión estarán disertando participantes en la redacción de dicho Proyecto, presentado en distintas ciudades: Marcos Fernández (Agrupación Seamos Libres), Cynthia Gende (Centro Cultural El Surco, Seamos Libres Comuna 5), Tomás Cicchini (Centro Cultural La Quince Seamos Libres Comuna 15) y Alejandro Aymú (Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini).

La Biblioteca Obrera de Santa Rosa.

La Biblioteca Obrera de Santa Rosa.

A partir de la clausura de la Biblioteca Obrera, artistas, periodistas, agrupaciones sociales y trabajadores de la cultura se reunieron con el fin de que esa clausura sea levantada. Paralelamente, y tomando como base el proyecto que diversas agrupaciones redactaron en Buenos Aires con el fin de que no se clausuraran espacios culturales independientes, se trabajó en un Proyecto de Ley para presentar en el Concejo Deliberante santarroseño, buscando que esos espacios sean contemplados en el Código de Habilitaciones y dejen de ser considerados como locales comerciales. Quienes trabajan en este proyecto buscan que, una vez presentado, sea tratado y aprobado con urgencia para poder tener leyes en Santa Rosa que se adecuen al movimiento cultural que los artistas locales han generado y que el público avala.
Semanas atrás, la Municipalidad de Santa Rosa clausuró las instalaciones de la sede del Partido Socialista Auténtico, donde se realizan talleres artísticos, y cada fin de semana tienen lugar muestras plásticas, ciclos de cine, conciertos y recitales solidarios. La clausura se habría debido a la «falta de habilitación comercial», según el argumento esgrimido por las autoridades, trascendiendo que la decisión se tomó luego de llamados de vecinos quejándose por supuestos «ruidos molestos» provocados por las actividades que allí se realizan.
Desde la Biblioteca Obrera, emitieron el siguiente comunicado: “La Municipalidad de la ciudad de Santa Rosa, (capital de la provincia de La Pampa), decidió clausurar la sede del Partido Socialista Auténtico, la Biblioteca Popular Obrera, y el Centro Cultural Casa del Pueblo. Cabe resaltar que tal hecho tiene como último antecedente en esta sede partidaria la dictadura militar, donde se cerraron bibliotecas populares, partidos políticos no afines al régimen y cualquier centro de reunión que no tuviera afinidad con la ideología reinante en ese tiempo.
Creímos en un lugar que conglomerara a las mas diversas actividades culturales, tanto en talleres como en expresiones artísticas; creímos que en Santa Rosa se podía generar un lugar de todos y para todos, esta es nuestra y la casa del pueblo, peleamos día a día por este espacio, irónicamente fue clausurada por quienes tiene la obligación y el deber de generar estos espacios. Comunicamos también que no vamos a cesar en nuestra lucha por el, y los espacios que la sociedad, y los artistas todos tiene como derecho y reconocimiento ocupar, gozar , transmitir , comunicar y compartir. Para finalizar, y como una ironía nefasta, nos parece patético salir a anunciar con bombos y platillos un espacio recuperado (ícono de Santa Rosa) como es el Molino, para realizar un centro cultural, y en pocas semanas censuren un sitio recuperado, (otro ícono) como es la Biblioteca Popular Obrera, que desde hace más de un año dejó de ser un edificio muerto, para transformarse en un centro, y cuna de las más diversas actividades políticas y culturales de la ciudad. Resolveremos la continuidad de este espacio, pero aseguramos y asumimos las responsabilidades contraídas hasta el momento con todas las organizaciones, artistas y demás, que han solicitado el espacio, por el simple hecho de que no permitiremos que la incompetencia legislativa actual nos prive de expresarnos en democracia y en libertad”, cerró el comunicado conocido tras esa clausura.
Paredes que reúnen y protegen. Escenarios donde se canta, se baila, se crece, se aprende y se actúa. Salas donde se hacen nuevos amigos, se arman proyectos, se aplaude y se disfruta de la vida. Son espacios donde se produce y difunde cultura popular; espacios de formación y reflexión, y participación de muchísimos jóvenes. Movilizados por las mismas inquietudes y atravesados por problemáticas similares, los espacios unidos se encuentran con la necesidad de generar una ley que los reconozca como lo que son.

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