Música original y poderosa, profundamente melancólica. La magia que tiene el jazz, con su lenguaje tímbrico y rítmico. Mantiene la tradición, y el conocimiento de ese lenguaje, que sigue fluyendo en evolución permanente. Con la libertad que genera la improvisación, con su intercambio. El pampeano Germán Cenizo viene recorriendo ese terreno, buceando constantemente, estudiando, ejecutando. Por estos días se muestra con su tercer disco, acompañado por un grupo completamente renovado. Se trata de Introspección, que sucede a La quietud (2016) y Otro color (2022).
El guitarrista santarroseño, viviendo en Buenos Aires desde el 2017, estudió con Juan Filipelli y Marcelo Gutfraind, formó parte de ensambles dirigidos por Patricio Carpossi y Miguel Tarzia, además de los armados personalmente en el último tiempo para presentar su música. El nuevo trabajo está integrado por nueve temas, compuestos en su totalidad por Cenizo, quien estuvo acompañado por Santiago Bustos (saxo alto), Franco Caffa (batería) y Agustín Sánchez Adamo (contrabajo). Grabado por Pablo Acedo en Estudios ION (Buenos Aires), el álbum fue mezclado y masterizado por Mauricio Ponce, en Santa Rosa. El diseño gráfico y arte de portada pertenece a Miguel Sánchez. Virginia Baraybar se encarga de prensa y difusión de los videos, registrados por las cámaras de Julieta Toledo Widensky y Franco Saffeni.

En una entrevista realizada por El Lobo Estepario, Cenizo contó que «el disco lo grabamos en dos sesiones en el Estudio ION y realmente fue una experiencia muy interesante. Poder transitar un sitio tremendo, que tiene una magia y una mística impresionante, resultó inolvidable. Estuvimos todo un fin de semana, nos sentimos muy cómodos y pudimos tomarnos el tiempo para grabar con tranquilidad, sin ningún apuro. El primer día se grabó una tanda de cinco temas y el segundo día fueron tres, y después uno solo con mi guitarra».
Cenizo plantea una serie de composiciones que exploran arreglos en donde cada integrante aporta su propio lenguaje jazzístico en la interpretación de las diferentes músicas que componen el álbum. Entre temas de mayor intensidad, con más riffs, en tempos más rápidos y canciones con un carácter más melancólico, Introspección propone a quien lo escuche, viajar por climas y ambientes muy íntimos, logrando un equilibrio emocional interesante, propio de varios procesos transitados por la experiencia del músico pampeano.

«Hicimos el setlist de todos los temas el primer día, el primer corte de difusión es Centinela, y el segundo single es Marea alta. Ambos ya se pueden ver en las distintas plataformas. Después de transcribir de alguna manera toda la música que tenía compuesta, y que aún estaba componiendo, empecé a pensar en la gente para tocar esa música. Sabía que estaba Santi Bustos, con quien ya veníamos tocando juntos, y luego se sumaron Franco y Agustín. Laburamos muy bien, estuvimos juntándonos varios fines de semana para ensayar con el baterista, y después fuimos armando ensayos más generales, es decir, donde estuvimos todos. Previo a grabar estrenamos la música en un bar de Buenos Aires», agregó Cenizo.
El cuarteto tiene previsto presentar oficialmente el disco el 24 de mayo, en Bar de Fondo, ubicado en Julián Álvarez 1200, CABA. «El proceso de mezcla y masterización lo hicimos con Mauricio (Ponce) a la distancia. Me fue mandando los tracks y así fuimos trabajando. Es alguien a quien conozco mucho, estuvo en los dos discos anteriores, y ya tenemos una forma de trabajo interesante, que se fue armando con el tiempo. Sabemos lo que quiere cada uno por lo que es una seguridad hacerlo con él. Parte del proyecto se pudo desarrollar gracias a una ayuda de la Secretaria de cultura de la Provincia, con ese apoyo pude cubrir una parte de los gastos».

Sobre el final de la charla, Cenizo valoró «lo interesante del trabajo grupal y poder darse un tiempo para que la música empiece a sonar, para que el grupo empiece a rodar y a digerir de qué trata todo eso que se hace en conjunto. Yo soy quien compuso, pero aprendo a que hay que ser paciente. Hay música que requiere de un tiempo, y además, ir encontrando las personas con quien trabajar es un proceso al que hay que darle bolilla. La construcción colectiva está en ese aprendizaje, y este tercer disco me lo confirmó. Es algo difícil, mucho más en una ciudad como Buenos Aires, pero siento que me funciona mejor así».