«La pintura ha sido mi aliada, me enseñó a vivir en armonía con el otro y con el medio que me rodea»

En su antología sobre la pasión de pintar, el poeta Paul Eluard escribió: “Desde el fondo de los siglos sube la necesidad irreprimible de ver, de mostrar lo que vale la pena de ser visto: ante todo la luz, el espacio y el detalle único; y también la necesidad de un lenguaje universal, por encima de las fronteras y el tiempo, la necesidad de transmitir la emoción y la magia de la vida”. La artista plástica santarroseña Carola Ferrero Alonso pinta el paisaje que le rodea. Ese viejo oficio de pintar la comarca, como fuente principal de inspiración. El ritual de encuentro permanente entre el ser humano y su espacio.

Ferrero Alonso nació en el año 1971, y su infancia transcurrió entre el campo y la ciudad. Cursó sus estudios primarios y secundarios en establecimientos educativos de la capital pampeana. Actualmente continúa viviendo en el campo, en Ataliva Roca. «El oficio de pintar comenzó hace 20 años. En los primeros tiempos lo tomé como un hobby, pero día tras día me fue atrapando cada vez más y comencé a estudiar. Así logré un estilo propio en el paisaje. En la primer etapa realicé una pintura más realista, con una paleta muy del natural y poca carga de materia; si la comparamos con la actual, se ve una evolución donde el uso de la espátula, el color y la interpretación del tema han cambiado notoriamente. También tuve una etapa de abstracción, siempre pienso que en cualquier momento puede volver», expresó en el inicio de la entrevista con El Lobo Estepario.

A través del arte confirmando la unicidad inextinguible de lo que habita y es habitado, lo que transforma y lo que es transformado. En su obra se pueden recorrer los colores de nuestra Pampa, sus perfiles, sus siluetas, la marca indeleble de quien la habita y quien la representa. La imagen, como objeto de arte, siempre es la representación de una porción de mundo que construye sentidos. «Me formé en artes visuales a través de la asistencia a talleres y clínicas de importantes y reconocidos artistas y profesores provinciales y nacionales. Entre ellos puedo citar a Stella Salas, Ricardo Arcuri, Carlos Tessarolo, Darío Mastrosimone, Ricardo Celma, Raúl Ponce, Luis De Bairos Moura, Vladimir Merchensky Arias. Realicé numerosas muestras individuales en La Pampa, y también en la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos y en la Casa de La Pampa, en Buenos Aires, junto a un grupo de artistas de nuestra provincia. Retirarse con lo puesto es un dibujo realizado en tiza pastel, que fue tapa de un libro de autor pampeano», detalló.

Ferrero Alonso agregó que «varias de mis pinturas fueron elegidas para representar a la región pampeana en un festival audiovisual, para conmemorar el 9 de Julio, llamado Festejando Argentina, transmitido en directo desde la RCA (Red Coral Argentina) en Buenos Aires, para la Casa de Argentina y el Consulado Argentino en Houston, Estados Unidos. Mis trabajos fueron seleccionados en salones nacionales y provinciales, donde obtuve importantes distinciones, y hoy pertenecen a coleccionistas de Argentina, Uruguay y Estados Unidos. La pintura ha sido mi aliada, me enseñó a vivir en armonía con el otro y con el medio que me rodea, además de nutrirme de conocimiento. También he sabido transmitirla, generando un sinfín de emociones positivas para mi ser. Con esto no quiero decir que la pintura te salva o es sanadora, pero sí aseguro que los artistas somos seres muy sensibles y tenemos el don de percibir y lograr cosas que al volcarla en los lienzos, denotan sensaciones; que al finalizar cada trabajo, se siente una satisfacción que no se pude explicar. Muchas de esas pinturas se llevan las miserias del pintor, y es ahí donde se le da libertad a esa expresión para que vuele en el otro. El camino no es sencillo, debe ser tomado con calma y paciencia para adquirir experiencia y transformarla en un oficio».

La disciplina constante de trabajo, la búsqueda que no se detiene, el impulso, el desempeño propio del método creativo. Y en ese periplo, las manos de Ferrero Alonso también van elaborando el dictado de la intuición, y librando batalla, con otros materiales, definiendo gradualmente una imagen hasta dar con esa forma visible. «En estos últimos dos años me he interesado por la cerámica, si bien ya tenía conocimiento del material porque hago escultura, comencé una etapa de investigación y estudio de las arcillas pampeanas desde el proceso completo; recolectar, construir, pintar y cocinar en horno a leña, como lo hacían los pueblos originarios, con materiales que les proporcionaba la Tierra Madre. No me considero ceramista, solo una pintora curiosa e inquieta, que fue tomando estos materiales sustentables para desarrollar objetos utilitarios y esculturas. La cerámica es un proyecto que recién me está dando sus frutos, creo que aún tengo un sendero extenso por recorrer y seguir aprendiendo. Claro que mi corazón está con la pintura, sigo pintando para futuras exposiciones o salones de arte. A su vez continúo con el dictado de talleres, algo que hago desde hace 16 años, y bueno, además de trabajar las distintas disciplinas y tácticas, incorporé la cerámica», concluyó.

1- ¿Qué le hubiese gustado ser?

Estoy muy feliz siendo quién soy, porque me apasiona mi oficio.

2- ¿Un lugar para vivir en el mundo?

Vivo y viviría donde estoy. Me siento en plena libertad junto a la naturaleza.

3- ¿Qué desea para su vejez?

Deseo una vejez activa y de mente sana, que me dé la posibilidad de seguir desarrollando lo que más amo, pintar.

4- ¿En qué tarea no se siente inteligente?

Todos tenemos un lado débil, hay que saberlo trabajar para que no se note tan débil.

5- ¿Cuál fue el momento más feliz de su vida?

Cuando fui madre.

6- ¿Su primer trabajo?

Fue la conducción de un taller artístico para adultos mayores.

7- ¿Cuál es el buen cine?

Es aquel que nos deja un sabor a más.

8- ¿El último libro que leyó?

El tren de los huérfanos, de Christina Baker Kline. Una historia cautivante, los hechos se desarrollan entre 1854 y 1929, donde predominan las pérdidas, las amistades inesperadas, el trabajo infantil y adopciones cuyos destinos quedaban librados a la fortuna o el azar.

9- ¿El mejor libro que leyó?

Dizna, de Roberto Lapid. Basado en una historia real que comienza en los años 60 entre una niña y un adolescente. Ellos se separan al ser víctimas del terrorismo de estado en Argentina, pero logran huir y viajar a Israel. Allí se desarrollan varias situaciones de misterio al encontrar un sobre, cuyo contenido devela el destino de una familia desparecida en el Holocausto, descubriendo una historia terrible y a la vez fantástica.

10- ¿Mira TV?

Muy poco, me gustan los programas culturales y de investigación histórica, principalmente todo lo relacionado a la arqueología y las primeras civilizaciones. También los de turismo.

11- ¿Qué artista influyó en su camino?

No hay un solo artista que haya influido. Los grandes maestros pintores del impresionismo comenzaron a movilizar mi curiosidad desde el principio, porque tenían algo en común conmigo: pintar al aire libre. La destreza que poseían para representar distintos momentos o instantes de la luz del día y sus sombras, con un juego de colores por yuxtaposición, hacían que la transformación óptica se produzca en el ojo del espectador. Trabajaban con gran rapidez y al azar con pinceladas sueltas. Seguramente buscaban algo más que lo espontáneo. Entre los pintores argentinos, admiro mucho a Fernando Fader, también impresionista. Su obra costumbrista y rural me atrapa, como la de Benito Quinquela Martín. Su pintura es bien personal, con una paleta de colores vivos, y el tema completa perfectamente para ser una gran obra. Puedo citar a un pintor contemporáneo que influye en la técnica que hace pocos años estoy logrando, como Darío Mastrosimone. Tuve el honor de participar de un taller y desde ese día cambió mi técnica; comencé a utilizar la espátula, donde la carga de materia es abundante y a jugar mucho más con la paleta, descubro un sin fin de colores que sobre la marcha se fusionaban y dan un toque muy personal en mi pintura. Por último, hace pocos años conocí el Museo de Georg Miciú, sabía de su existencia porque él fue maestro de Mastrosimone. Su obra me terminó de convencer que lo mío es la espátula, si bien tengo mucho aún por aprender. Georg tiene una carga importante de materia en sus lienzos y una paleta cálida y sutil. Lo que más me impactó fue el poder de síntesis que ha logrado en el paisaje.

12- ¿Qué hito de la historia mundial le hubiese gustado vivir personalmente?

No sé si me hubiese gustado estar personalmente, pero lo que me ha impactado es el Holocausto, por todo lo que ello implica. Me gusta leer sobre el tema porque siempre está basado en testimonios reales. Tuve la suerte de visitar el campo de concentración Dachau, muy cerca de Múnich. Puedo asegurar que por momentos te traslada en el tiempo y sentís el horror, el dolor y el odio racial que sufrió el pueblo judío.

13- ¿Cuál fue la vez que más lloró?

Nunca se llora más o menos, siempre hay tristezas y alegrías por las cuales llorar.

14- ¿El mejor político en la historia del país?

Arturo Illia.

15- ¿La mejor persona que haya conocido?

Mi compañero de vida.

16- ¿Extraña algo de su niñez?

Extraño el aroma de las flores de la madreselva del jardín de mi abuela.

17- ¿Qué profesión u oficio nunca ejercería?

No ejercería un oficio que me obligue a estar mucho tiempo encerrada.

18- ¿Un personaje nefasto en nuestra historia?

Los hay muchos, me reservo la opinión.

19- ¿Le preocupa la muerte?

No pienso en la muerte, cuando sobran los motivos por vivir.

20- ¿El arte salva?

El arte ayuda a canalizar los sentimientos y emociones para poder continuar con fortaleza el día a día.

21- ¿Qué opina del aborto?

Es correcto en determinadas circunstancias.

22- ¿Qué le gustaría saber del futuro?

Siempre construyo para el futuro, viviendo el presente.

23- ¿A quién no dejaría entrar a su casa?

A personas desconocidas, y aquellas que no sean de mi agrado.

24- ¿Donaría sus órganos?

Sí.

25- ¿Recuerda su primer maestra?

Mi primer maestra fue mi madre y en una escuelita rural, donde cursé Jardín de infantes.

26- ¿Qué opina de la religión?

Todos necesitamos creer en alguien místico y es válido, sea la religión que fuese.

27- ¿Una película?

El pianista, dirigida por Roman Polanski e interpretada por Adrien Brody.

28- ¿Una obra de arte?

La que me ha llamado mucho la atención es El entierro del Señor de Orgaz, o también llamada El entierro del Conde de Orgaz, de El Greco. Representa el milagro que, según la tradición, San Esteban y San Agustín bajaron del cielo para enterrar personalmente a Gonzalo Luis de Toledo, señor de la Villa de Orgaz. Se encuentra en la Iglesia Santo Tomé, en Toledo, España. Tuve el placer de apreciarla personalmente.

29- ¿Cuál es la persona que le gustaría ver en estos momentos?

Sin dudas me gustaría ver a mi madre.

30- ¿Qué sabe o recuerda de la dictadura militar?

Recuerdos no tengo porque en esa época era una niña, sé lo que puede saber cualquier ciudadano que ha leído la historia.

31- ¿Cuál es su idea de la felicidad?

Creo que la felicidad va de la mano con vivir plenamente lo que construimos a diario, y también pasa por cada uno en reconocer ese instante.

32- ¿Qué es lo que más valora en sus amigos?

La lealtad, la honestidad y el compromiso.

33- ¿Qué nos dejará la pandemia de coronavirus?

Nos enseñó a valorar la libertad, a valorar «el abrazo «con nuestra familia y nuestros amigos. Nos enseñó a cuidarnos para cuidar.

34- ¿A quién le gustaría parecerse intelectualmente?

No me gustaría parecerme intelectualmente a nadie en especial, me siento cómoda como soy.

35- ¿Le niega o le negó el saludo a alguien?

No tengo ni he tenido motivos para hacerlo.

36- ¿Qué le gustaría saber ante todo?

No hay nada que quisiera saber ante todo porque permanentemente voy aprendiendo e investigando lo que me interesa saber.

37- ¿Qué instrumento musical le gustaría tocar?

Lo mío no es la música. No me veo tocando un instrumento. Pero sí escucho y disfruto de ella.

38- ¿Su peor defecto?

Estar pendiente del otro, y también el orden me puede.

39- ¿Qué le gusta regalar?

Objetos artesanales, porque son únicos.

40- ¿Qué piensa del periodismo en general?

Hay periodistas comprometidos con la profesión, y hay obsecuentes con el gobierno de turno.

41- ¿Justificaría en algún caso la tortura y aún la muerte?

No, hay otros métodos para ejercer justicia.

42- ¿Se incendia su casa, sólo puede llevarse una cosa, ¿cuál?

Me llevaría una fotografía.

43- ¿Una canción?

Septiembre del 88, de Cacho Castaña. Su letra transmite un gran mensaje.

44- ¿Cuál lugar de la casa es mejor para leer?

La sala de estar, junto al ventanal.

45- ¿Si fuese presidente, que es lo primero que haría?

Restablecería la educación, la cultura del trabajo y el oficio.

46- ¿Si fuese Dios, qué es lo primero que haría?

Ya que la justicia terrenal no juzga a personajes siniestros, lo haría desde la justicia divina.

47- ¿Cuál fue la persona que más lo ayudó?

No hay una en especial, siempre recibo ayuda de los más queridos de mi entorno.

«Refugio» (tinta). De la serie «Figuras con manchas».
«Brillos de atardecer» (óleo).
«Necesito espacio» (anilina y tinta). De la serie «figuras con manchas».
«El taller de Sarabia». Ataliva Roca, La Pampa (óleo con espátula).
«El puesto del salitral» (óleo).
«Mirando al sol» (óleo).
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Autor

Raúl Bertone