Hotel Hof-Ragaz, Suiza, 19 de agosto de 1926
(…) Si yo estoy menos seguro de que podremos reunirnos para ser como dos capas, dos capas contiguas, las dos mitades de un nido (¡cómo quisiera acordarme cómo suena la palabra nido en ruso [lo he olvidado]!) un nido para dormir, en donde habita un gran ave, una enorme ave de rapiña del espíritu (no frunzas el ceño)… Si estoy menos seguro de lo que tú estás…(es quizá debido a esta desacostumbrada y continua dolencia que sufro y que cada vez con más frecuencia me parece insuperable, tanto que ya no espero lo que viene a mi encuentro, espero -por el contrario- una ayuda determinada de cada cosa, un apoyo indispensable)…
¡Cambia el tiempo! ¡Haz como si todo hubiese podido suceder con anterioridad! Pensé leer tus letras y veo de repente: en el margen de tu carta, en el lado derecho, tú misma escribes: «el pasado está aún por venir»…(Mágica frase, pero…¡en qué inquietante contexto!) Entonces, querida, olvida quién preguntó y quién dio respuesta. Considera todo esto (no importa cómo pueda terminar) como defensa y tutela de la felicidad que tú portas y que yo necesito, de la felicidad que yo podría ofrecerte, si tú me la ofreces primero (lo has hecho ya)…
Rainer