Está transitando el camino hacia sus 30 años en la música. Todo nació en 1995, y desde ese momento, con algunos cambios en su formación a lo largo de este tiempo, Grupal Utopía continúa reencontrándose en el escenario, donde ha logrado consolidar, con trabajo paciente, una idea musical, un proyecto en cuanto a sonido y estilo que ha sido respetado por sus integrantes, y que el público reconoce en cada una de sus presentaciones. Días atrás, y después de un tiempo sin salir a escena, la impronta vocal e instrumental de Utopía quedó expuesta en el Teatro Español de Santa Rosa, en ocasión de la apertura del 38° Octubre Coral.
En el inicio estuvieron Néstor Tobarías, Julio Ortiz, Mario Ribeiro, Alberto Esperanza, Ricardo Miner y Walter Ribeiro. Cuando se fue Miner, se sumó Carlos Bernardini, y también Daniel Musso. Durante un tiempo Jorge Woychejoski acompañó con el bajo. Luego asomaría Héctor Bossi en el momento que Musso dejó de pertenecer al grupo. Bernardini se fue en el 2009, e ingresó Guillermo Baigorria, quien estuvo hasta el 2015, cuando Utopía comenzó a presentarse con Diego Avalos ocupando su lugar. Juani Ribeiro perteneció un par de años, como también Nazareno Ribeiro y Fabricio Martínez, quien estuvo al frente de los teclados.
Con el regreso de Musso para reemplazar a Bossi, y la reciente incorporación de Isaías Fredes, tras la ida de Avalos, Utopía se muestra hoy con Tobarías (voz y coros), Mario Ribeiro (guitarra base, voz, coros y arreglador vocal), Ortiz (primera guitarra y arreglador musical), Esperanza (percusión y coros), Musso (bajo cantante y coros) y Fredes (primera voz, coros y guitarra base). Fredes nació en Trebolares y está radicado en General Pico. Se trata de un joven músico y cantante muy talentoso, quién también actúa como solista, y que con dedicación y ensayos logró ensamblarse al estilo propio que caracteriza al conjunto.

Grupal Utopía asumió un fuerte compromiso desde el vamos. A partir de esa primera vez sobre un escenario, en la otrora Peña El Alero (hoy Centro Cultural El Alero), supo construir una línea musical que se ha mantenido a lo largo de casi tres décadas de trayectoria, con un repertorio cuidado y elaborando nuevas versiones de canciones tradicionales. El impulso los ha llevado a recorrer diferentes rincones del país, obteniendo reconocimientos y premios en varios festivales, destacándose citas emblemáticas como Cosquín, Jesús María o Baradero.
En este 2024, el grupo logró cristalizar su cuarto trabajo en estudio. Se trata de un EP que contiene cinco canciones, llamado 30 años, y grabado en La Hoguera Récords de General Pico. Entre los temas aparece la cueca de autoría propia Por las bardas, que refiere a la defensa de los ríos pampeanos, reconocida por el jurado del Pre Cosquín 2023 en la plaza Próspero Molina, y por Resolución en la Cámara de Diputados de La Pampa. Los restantes son la zamba carpera A Monteros (Pedro Favini, Jorge Da Silva, Chango Nieto), Solo le pido a Dios (León Gieco), Dulcerita mía (José Osvaldo del Socorro Sosa Cordero-Abel Montes) y Oración del remanso (Jorge Fandermole). Pampeanos había sido su anterior disco, también en formato EP.
Foto de portada: Grupal Utopía, en el Teatro Español.